Transportes y Turismo

Renfe deberá hacer un deterioro millonario en 2022 por el AVE a La Meca

  • La IGAE incluye salvedades en su opinión por "la fiabilidad de su plan de negocio"
Isaías Táboas, presidente de Renfe

Lucía Gómez

La IGAE (Intervención General de la Administración del Estado) ha emitido una opinión con salvedades sobre las cuentas del Grupo Renfe como consecuencia del plan de negocio del AVE a La Meca (Proyecto Haramain) que le obligará, según diversas fuentes consultadas por elEconomista.es, a hacer un deterioro millonario de cara al informe de este 2022. Si bien la cantidad definitiva depende de la propia compañía, las mismas fuentes señalan que la cuantía se situará en el entorno de los 100 millones de euros.

En concreto, y según la nota que el auditor remite a Isaías Táboas, presidente de Renfe Operadora, el plan de negocio con estimaciones significativas con el que la compañía justifica las cifras de este proyecto "no se ha podido validar satisfactoriamente" y ha llevado a que "no se haya podido concluir sobre la fiabilidad de los ingresos y gastos" que se incluyen en él.

Y es que Renfe registró ingresos por 45,24 millones en 2021 en este proyecto tras una estimación para la que utilizaron el método del grado de avance –se debe dar reconocimiento a la parte de los ingresos totales que se encuentran devengados a medida que progresa la actividad del contrato y, al mismo tiempo, se debe hacer lo propio con los costes–. Renfe, de forma paralela al registro de estos ingresos, recoge el derecho de cobro pendiente de facturar a Saudi Railways Organization –empresa estatal de Arabia Saudí– por el mismo método por 173,6 millones.

Estas dos cifras se soportan, según el citado informe, en un plan de negocio con estimaciones que, señala la IGAE, "no hemos podido validar satisfactoriamente" o "porque la entidad no las ha revisado y actualizado con la mejor información de que podía disponer a cierre del ejercicio o no lo ha hecho de forma uniforme o consistente con los datos reales disponibles".

De hecho, para sustentar su opinión, el auditor, que depende del Ministerio de Hacienda, detalla que se han mantenido por el importe previsto en el plan algunas estimaciones de gastos ya realizados y registrados contablemente con lo que se conoce su cuantía cierta distinta de la estimada. Además, señala que no se ha revisado la razonabilidad de otras estimaciones sujetas a un elevado grado de incertidumbre. Entre ellas destaca la de los ingresos de la fase operación estimados exclusivamente con un estudio de demanda de 2019, previo a la pandemia y, por tanto, desfasado. De forma adicional, señala que hay estimaciones que se han actualizado con criterios no uniformes, algunos de ellos basados en hipótesis inconsistentes o incompatibles entre sí. Entre estos casos, destaca que el criterio seguido para la estimación de los gastos de personal de la fase de operación no es uniforme con el criterio seguido para la estimación del parámetro de plantilla media que se utiliza para la proyección de diversos gastos durante los 11 años restantes de operación.

No es la primera vez que el auditor llama la atención sobre la contabilidad del AVE a La Meca en las cuentas de Renfe, pero sí es novedad que la incluya como salvedad, lo que fuerza a la operadora a solucionar la situación expuesta y, como consecuencia, y según las fuentes, a llevar a cabo el millonario deterioro.

Acuerdo con los sindicatos

Por otro lado, Renfe y los sindicatos mayoritarios (Semaf, CCOO y UGT) firmaron ayer el III Convenio Colectivo de Renfe para los próximos tres años con un incremento salarial fijo del 3,5% para 2022, con efectos retroactivos al 1 de enero.