Transportes y Turismo

Reina el caos en el aeropuerto de Ámsterdam por la escasez de personal y la reducción del número de vuelos

  • Estaba considerado uno de los mejores y más eficientes del mundo
El Aeropuerto de Ámsterdam, Países Bajos. Foto: Alamy

Marta González

El Ámsterdam-Schiphol es el principal aeropuerto de los Paí­ses Bajos, ocupando el quinto lugar en Europa y el décimo a nivel mundial, con más de 50 millones de pasajeros cada año. En el pasado, llegó a estar considerado uno de los mejores y más eficientes del mundo. Sin embargo, la situación ha cambiado por completo en apenas dos años. La pandemia, la escasez de personal y la considerable reducción de su capacidad de vuelo lo han sumido en el caos absoluto, con interminables colas y pasajeros enfurecidos por los retrasos o la pérdida de su equipaje.

La falta de trabajadores derivada de los recortes por la pandemia es una cuestión que el aeropuerto de Ámsterdam todavía no ha conseguido solucionar por completo. En los meses de verano, el personal de seguridad convocó varias huelgas que provocaron colas interminables por las que más de un viajero llegó a perder su avión. En respuesta, el Schiphol Group decidió aplicar a estos empleados una bonificación de 5,25 euros por hora durante los meses de temporada alta. Esto desencadenó nuevos paros, aunque esta vez por parte de los limpiadores. Asimismo, la escasez de personal ha afectado a la gestión de los equipajes y desembarco de los pasajeros.

Con la llegada del otoño y el fin de la remuneración, numerosos operarios de los diferentes departamentos han optado por marcharse en busca de empleos mejor pagados, generando así nuevos retrasos e incrementando el malestar de los viajeros.

La escasez de personal también ha obligado al aeropuerto de Ámsterdam a reducir el número de personas que pueden embarcar cada día hasta, por lo menos, finales de marzo de 2023. En concreto, ha pedido a las compañías aéreas que disminuyan un 22% la frecuencia de sus vuelos. En la práctica, esta medida supondrá que Schiphol acogerá a una media de 9.250 pasajeros menos al día durante el mes de octubre, señala Hosteltur.

KLM, la aerolínea nacional de los Países Bajos que opera desde este aeródromo, ha calificado esta petición de "desesperada y carente de toda perspectiva". Según cálculos de la empresa holandesa, la medida le ha costado ya más de 100 millones de euros en daños y perjuicios. Por su parte, Air Malta, TUI y Transavia, entre otras, han trasladado sus vuelos desde Schiphol a otros aeropuertos.

Por si todo lo anterior fuera poco, el Parlamento holandés planea limitar aún más el número máximo anual de vuelos del aeropuerto para reducir sus emisiones de CO2, así como su contaminación acústica. De aprobarse, por Schiphol solo podrían pasar 440.000 personas al año, en lugar de 500.000, y afectaría especialmente KLM, que tendría que eliminar cerca de 30 rutas para ajustarse a estos límites.

Esta situación ha terminado por costarle el puesto a Dick Benschop, presidente y director general de Royal Schiphol Group. Por su parte, los responsables del aeropuerto han asegurado recientemente en un comunicado que se encuentran "trabajando activamente para mejorar sus condiciones de empleo". Dichas mejoras incluirían una mejora de los salarios, horarios más consistentes para los trabajadores y la contratación de más personal, según publica CNN.