Transportes y Turismo
Greenpeace afea a la Generalitat Valenciana las ayudas a los vuelos en Castellón
- Contabiliza 10,4 millones de euros en "subvenciones encubiertas"
elEconomista.es
Valencia,
Greenpeace se suma a la polémica por las subvenciones del Gobierno de Ximo Puig a las compañías aéreas que utilizan el aeropuerto de Castellón, en el caso de una Administración autonómica que ha declarado hace cuatro años "la emergencia climática".
La organización ecologista ha incluido a la Generalitat Valenciana en su último informe, titulado Chanchullos en el aire: Análisis de las subvenciones de ayuntamientos y comunidades al sector aéreo, en el que denuncian las ayudas que diversas administraciones han dado a las aerolíneas para mantener vuelos deficitarios.
La Generalitat Valenciana, a través de la Sociedad Pública Aeropuerto de Castellón (Aerocas), ha concedido subvenciones por un importe de 10,4 millones de euros hasta 2023 a operadores aéreos para sus vuelos en el aeródromo, según Greenpeace. Una práctica que la organización señala que es vigilada de cerca por el Tribunal de Cuentas Europeo, al suponer una perturbación de los principios de libre competencia frente a otros medios de transporte en aquellas rutas que no están declaradas como Obligaciones de Servicio Público (OSP).
A los contratos millonarios con Air Nostrum y WizzAir se suman otra serie de subvenciones de menor importe bajo la fórmula del patrocinio turístico. En el último convenio firmado en 2022 por un importe de 200.000 euros se contemplan «acciones de marketing y publicidad» en aquellas aerolíneas que actualmente operan en el aeropuerto de Castellón: Londres Stansted y Bruselas-Charleroi con Ryanair; Londres-Luton, Bucarest, Budapest y Katowice con Wizz Air; o Bilbao con Volotea. Este tipo de ayudas son utilizadas por las aerolíneas para mantener unos vuelos que nunca serían rentables sin estas inyecciones adicionales de dinero público, según el informe.
Según Adrián Fernández, responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace, "a pesar de haber declarado la emergencia climática, la Generalitat Valenciana sigue financiando una actividad nociva para el medioambiente, como es la aviación. Unas ayudas que bajo la apariencia de contratos de promoción turística, tienen como finalidad real que las aerolíneas mantengan de forma artificial unos vuelos innecesarios. Por ello demandamos al Gobierno de Ximo Puig que detenga este tipo de ayudas y dedique estos recursos a promover un modelo turístico compatible con la protección del clima".
Menos trenes
Greenpeace destaca que su petición de dejar de subvencionar vuelos coincide con la supresión de los servicios ferroviarios Castellón-Madrid por obras y Sevilla-Valencia por la pandemia. La recuperación de ambos servicios permitiría sustituir por viajes en tren las rutas subvencionadas, una de las medidas más inmediatas para frenar las emisiones de la aviación.
A través de su campaña de movilidad, Greenpeace llama la atención sobre el impacto del sector aéreo en las emisiones de CO? y denuncia que en plena emergencia climática las administraciones sigan promoviendo los viajes en avión a pesar de ser el transporte más contaminante por persona transportada. Como ejemplo, alguien que viaje en avión de Castellón a Madrid (incluyendo los 33 km en coche hasta el aeropuerto) estará emitiendo 130 kg de CO?; mientras que el mismo viaje en un AVE 100 % eléctrico, supone solo 8 kg de CO2.[1]