Telecomunicaciones

Telefónica, Orange y Vodafone reclaman las frecuencias de 6 GHz, reservadas para el WiFi del futuro

  • Las 'telecos' europeas instan a los reguladores a que la banda ahora sin licitar se destine a su sector
  • Los operadores de telefonía  temen que la red móvil urbana alcance su saturación en 2030
  • Los concursos para repartir el futuro espectro generarán nuevas oportunidades recaudatorias 
Operarios en tareas de mantenimiento de una antena de telefonía móvil. ee

Antonio Lorenzo
Madrid,

Ante la escasez creciente de las frecuencias de móviles, la banda de 6 GHz se ha convertido en la materia prima más preciada para el sector de las telecomunicaciones. Entre otros alicientes, este tesoro radioeléctrico ofrece la última oportunidad de los operadores para mejorar sus actuales prestaciones y servicios de conectividad. Con semejantes expectativas, una docena de operadores de telecomunicaciones europeos -entre los que destacan los grupos Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom-, ha suscrito una carta para reclamar a los reguladores continentales y nacionales la asignación de dichas bandas entre las compañías del sector.

"Con la alta demanda de la capacidad actual del espectro y con los futuros servicios, incluido el 6G, es fundamental que la totalidad de la banda superior de 6 GHz (6,425-7,125 GHz) esté disponible para las redes móviles", explican las compañías de telecomunicaciones, entre las que también se encuentran Telecom Italia, Telia, Elisa, KPN, BT y Proximus.

A grandes rasgos, los 6 GHz ofrecen altas velocidades y capacidades en la transmisión de datos, así como muy baja latencia (tiempo de respuesta de la red). Esas virtudes convierten dichos activos radioeléctricos en un recurso muy cotizado, con la ventaja añadida de que su alcance o cobertura es similar al que proporcionan las frecuencias de 3,5 GHz, empleadas para los actuales servicios de telefonía y banda ancha de 5G.

Por todo lo anterior, las frecuencias de 6 GHz resultan idóneas para entornos que exigen altas prestaciones de conectividad en áreas muy reducidas y localizadas. Es el caso de los espacios corporativos, oficinas, así como aeropuertos, estaciones o grandes recintos deportivos en días de espectáculo. Hasta el momento, la banda de 6 GHz está libre de asignación, en espera de conocer las recomendaciones del Grupo de Política del Espectro Radioeléctrico (RSPG, por sus siglas en inglés).

Por lo pronto, este grupo consultivo de alto nivel (asesor de la Comisión Europea en el desarrollo de la política del espectro radioeléctrico) tiene previsto convocar el próximo junio una consulta pública sobre el futuro destino de las frecuencias de 6 GHz, presumiblemente a partir de 2027. En Estados Unidos y China, por ejemplo, la banda de 6 GHz se destina para el denominado WiFi 6e, estándar que en Europa apenas cuenta con dispositivos compatibles.

Asimismo, la eventual licitación de las frecuencias de 6 GHz proporcionarán a los estados una nueva oportunidad para rentabilizar el uso público de su espectro radioeléctrico, ya sea con fines recaudatorios o de mejora de los servicios móviles.

De acuerdo con la carta al que ha tenido acceso elEconomista.es, los operadores europeos de telecomunicaciones "se comprometen a apoyar el liderazgo tecnológico mundial de Europa mediante el desarrollo y la inversión en infraestructuras", siempre condicionado a la disponibilidad de recursos espectrales necesarios. Por ese motivo, las telecos "instan a Europa" a que ponga a disposición la banda superior de 6 GHz para móviles en beneficio de la economía y la sociedad europeas.

Según explican, "la banda superior de 6 GHz es una oportunidad crítica para lanzar la 6G en Europa y debería ser parte integrante de la futura infraestructura móvil europea". Asimismo, dichas frecuencias contribuirán a la "futura competitividad económica y la soberanía de Europa", con una "conectividad digital rápida, fiable y segura" que redundará en el desarrollo económico, la productividad y el empleo.

En la misma misiva se apunta que "sólo el móvil será capaz de contribuir al 8,4% del PIB mundial en 2030." De hecho, sin el acceso a la banda superior de 6 GHz, "el impacto de la telefonía móvil en el crecimiento del PIB se reducirá significativamente".

Por otra parte, los operadores europeos prevén que las redes móviles urbanas utilizadas por los ciudadanos y las empresas alcanzarán niveles de saturación en 2030, por lo que sería perentorio contar con las frecuencias de 6 GHz para el futuro 6G que utilizarán los coches autónomos. A la luz de estos retos, el uso de toda la banda superior de 6 GHz para despliegues de macrocélulas móviles de plena potencia es la única manera de que Europa pueda garantizar su conectividad digital en en la década de 2030".

En el supuesto de que las frecuencias de 6 GHZ queden al margen de las telecos, los operadores de telecomunicaciones proponen encontrar nuevo espectro para móviles en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2027 (CMR-27), por ejemplo, en la banda de 7-8 GHz.

En el mismo sentido que la carta de los operadores de telecomunicaciones europeos incide el Informe Letta, realizado por el ex primer ministro italiano por encargo de la Comisión: "Sin la plena disponibilidad de la banda superior de 6 GHz para las redes móviles, "los futuros servicios 6G en esta banda se verían significativamente limitados y, en última instancia, pondría en peligro la oportunidad de Europa de desempeñar un papel de liderazgo en el despliegue de la 6G".