Telecomunicaciones

Los operadores piden blindar la seguridad en las redes privadas para el futuro del 5G

  • La soberanía de la información y los datos es la principal preocupación
  • La necesidad de avanzar en la implantación de los casos de uso es otra de las urgencias

elEconomista.es
Madrid,

Más dispositivos conectados, una latencia más baja y una mayor velocidad. Son buena parte de las ventajas que traerán las redes 5G. Pero en la ecuación aparece otro elemento clave: la seguridad. Todos estos condicionantes, que marcarán el futuro de este salto tecnológico, fueron analizados en la segunda mesa del Foro Empresarial Las recetas del 5G español para liderar Europa, organizado por elEconomista.es, y que se centró en el papel de las redes privadas.

Para ello se contó con la participación de David Polo, responsable de Negocio Área de Empresas y Comunicaciones Críticas de Ericsson Iberia; Juan de Miguel, Head Of Technology Strategy and Innovation at Vantage Towers; Miguel Feu, director de Desarrollo de Negocio E5G de Fujitsu; Pere Navarro, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, y Pedro Matey, gerente de Comunicaciones e Infraestructura de Seguridad de Renfe.

Abrió el turno de intervenciones David Polo, de Ericsson Iberia, quien dejó claro que "el 5G es estratégico para las empresas y debería estar en la parte alta de las agendas de cualquier consejero delegado en todas las compañías". Las redes públicas y privadas de 5G, añadió, "tienen la capacidad de cambiar el tejido productivo del país".

Por su parte, Juan de Miguel, Head Of Technology Strategy and Innovation en Vantage Towers, una de las grandes empresas en torres de comunicación en España, quiso centrarse en situaciones prácticas de implantación y despliegue de esta tecnología. En ese contexto, incidió en que una empresa como Vantage, conocida como tower co en el argot del sector de las telecomunicaciones, "ha aparecido en el momento oportuno".

De Miguel destacó también que el mercado español ha reaccionado muy bien, aunque hay márgenes de mejora. También hizo balance de los temas positivos y negativos que marcan la agenda de esta nueva tecnología y sobre los que hay que hacer más pedagogía. A modo de ejemplo, por un lado están temas como los relativos a las radiaciones electromagnéticas y, por otro, los referidos a las múltiples bondades que el 5G puede traer a los clientes por lo que respecta a la mayor velocidad o menor latencia (tiempo que transcurre entre el envío y la recepción de información).

Antes de cerrar su primera intervención, De Miguel se refirió a las ayudas que ha puesto en marcha el regulador para esta tecnología y las ha calificado de "fundamentalmente necesarias". Hasta el momento, el apoyo está previsto para el despliegue, pero no la infraestructura. "Pediría que hicieran una revisión para ver cómo se van a repartir estos recursos", explicó a modo de advertencia.

Miguel Feu, director de Desarrollo de Negocio E5G de Fujitsu, centró el debate en que la misión de su compañía, una firma japonesa y global en el sector de las TIC, es "facilitar que el ciudadano y la empresa accedan a la tecnología y lo hagan de manera segura y sostenible". Es por ello que advirtió que en la actualidad "o cambiamos las formas de trabajar o no podremos aprovechar las ventajas que nos da el 5G".

En este sentido, añadió que "tenemos que pasar ya a la implantación de los casos de uso", en referencia a las necesidades de poner en marcha más casos prácticos de 5G y menos teóricos. "Hay que aterrizar la industrialización", afirmó.

Las empresas públicas

La mesa de debate contó también con la participación de empresas estatales que expusieron su posicionamiento en torno al desarrollo de las redes privadas de 5G.

Una de las voces autorizadas para ello fue la de Pere Navarro, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, quien puso de manifiesto "la velocidad del cambio" que se ha producido en los últimos 20 años, en referencia a la experiencia vivida con el paso de las redes 2G, 3G y 4G.

A Navarro se sumó Pedro Matey, gerente de Comunicaciones e Infraestructura de Seguridad del operador ferroviario Renfe. Matey concretó la ambición que compañía ferroviaria tiene hasta 2028, apoyándose en su plan estratégico, en el que figura como palanca la transformación digital. Prueba de que este tema ocupa un lugar relevante en la compañía del Ministerio de Transportes es que solo en 2023 la compañía pública ha invertido 70 millones de euros para esta partida y suma ya 240 millones de euros invertidos en los últimos años.

"Buscamos aquellas tecnologías más disruptivas e innovadoras. Nos fijamos en big data, en internet de las cosas (IoT), en inteligencia artificial y, por supuesto, en 5G", empezó Matey. "Para nosotros como usuarios venir aquí y hablar de quinta generación es una alegría porque sabemos ya que estamos delante de una gran oportunidad", añadió.

El principal reto

Los conceptos más repetidos por todos los ponentes giraron en torno a la seguridad, pues, si bien es cierto que las redes privadas de 5G pueden ofrecer un mayor nivel de prestaciones en comparación con las redes públicas, este factor sigue siendo igual de crítico o más en entornos industriales y empresariales en los que la soberanía de los datos y la integridad de la red son clave. Así, Polo cree que "se debe afrontar este reto desde múltiples capas y llevar a cabo un análisis de riesgo", así como incorporar medidas adicionales de seguridad como la autenticación o el doble factor.

De Miguel, por su parte, recordó su primera experiencia con las redes privadas virtuales y la reacción de los clientes, que quieren siempre garantizar que la información que corre por estos canales no escapa de dicho entorno.

Navarro incidió en que la seguridad es el tema troncal de la tecnología 5G incluso desde un plano "moral". En Europa, por ejemplo, "se están dando pasos en este sentido, porque no afecta solo a las empresas, sino también a los ciudadanos", recordó.

El ejecutivo explicó que en la Zona Franca, donde se ha desarrollado DFactory, una iniciativa para fomentar el desarrollo de la industria 4.0 potenciando un ecosistema de atracción de talento, tecnología e inversiones, "queremos estar a la vanguardia de estos cambios y estar en contacto con el mundo privado". El motivo es que los objetivos de ambas partes son siempre los mismos: crear riqueza y que llegue a los ciudadanos. Ahora estamos apostando por la industria 4.0, que es ya el presente. Es por eso que "todas las empresas lo primero que nos piden es que esté habilitada la posibilidad de utilizar 5G", dijo.

En cuanto a Renfe, la seguridad es un motivo de preocupación, porque existe un riesgo creciente por una mayor exposición. Un caso práctico para el operador público se da en la sensorización masiva de su material rodante, que traerá una mayor exposición al estar bajo el paraguas del 5G. "Vamos a pasar a tener cinco trillones de dispositivos conectados", dijo Matey para ejemplificar. "Tendremos que poner barreras a modo de solución", acompañó.

No obstante, también se presentan ventajas, según afirmó el ejecutivo. Por ejemplo, en la predicción del consumo de baterías o en mejorar el mantenimiento de los trenes, haciéndolo más productivo para saber cuándo y cómo actuar. Otro campo de actuación puede ser la videovigilancia, que puede ser a bordo o con alta definición.

Las aplicaciones 'asesinas'

El segundo bloque del foro de debate giró en torno a la innovación en torno a las redes del 5G y su posible traducción en killer aplications, como así se conocen a los softwares o tecnologías que son tan innovadoras que tienen el potencial de impulsar una adopción rápida por parte de las empresas y usuarios y ser así tan poderosas que matan a cualquier posible competidor.

David Polo quiso diferenciar en este sentido en dos tipos de aplicaciones de alto nivel. En primer lugar estarían las aplicaciones capaces de encontrar despliegues masivos, para lo que será necesario contar con otro tipo de redes, más allá de las privadas. Polo citó a las redes segmentadas, también conocidas como network slicing, una arquitectura que permite crear y ejecutar varias redes a partir de una red física común. O lo que es lo mismo, fraccionar la red en pequeñas redes virtuales para un uso concreto. En segundo lugar, Polo habló de las aplicaciones que pueden cambiar por completo la experiencia de uso de los clientes.

Al estar al frente de la estrategia tecnológica de una compañía como Vantage Towers, Juan de Miguel vislumbró algunos casos de uso en los que el 5G podrá actuar en el futuro. El directivo habló del caso práctico de los bomberos forestales y su papel en la extinción de incendios, donde su exposición conlleva riesgos que las redes privadas podrían solucionar.

¿Cómo? En un incendio, una red convencional se cae, porque la infraestructura queda inhabilitada. Una red privada, en cambio, resiste, porque físicamente es más reducida y aislable -se puede implantar en el propio camión de la patrulla- y sirve de soporte para los bomberos (sensorizándolos y monitorizando su estado en cada momento de su actuación). Otros casos de uso aparecerán en torno a la distribución de paquetería con drones a medida que se consolide el comercio electrónico.

"En breve tendremos un evento donde intentaremos esto por primera vez en una ciudad europea", avanzó el ejecutivo. Para ello una red pública o privada de 5G necesite imperiosamente algo que necesita de la extensión del espectro industrial. En España actualmente la disponibilidad (20 megahercios) es más reducida que la de otros países, como Alemania (100 megahercios).

Corregir esta desigualidad, en opinión de De Miguel, "aceleraría la puesta en marcha de algunos casos de uso". Más precavido fue Miguel Feu, que incidió en que "el gran reto es que todo funcione siempre", en clara referencia a la sostenibilidad de la infraestructura digital, y que todas estas soluciones sean rápidas y escalables.

Navarro centró los retos del 5G en los sectores de la logística en las ciudades, la movilidad y la sanidad, donde la cirugía a distancia se vislumbra como uno de las principales aplicaciones disruptivas en el mundo de la salud.

Sobre si el desarrollo de las redes privadas en España está al nivel de otros países europeos, Miguel Feu no dudó en afirmar que lo está "sin duda", pues los trabajos llevados a cabo con 5G en la Zona Franca de Barcelona han sido "los primeros de Europa que nosotros en Fujitsu hemos realizado" y han servido a la compañía para exponer como ejemplo en países como Japón.

Puede ver la jornada completa aquí.