Los móviles reacondicionados, una tendencia de largo recorrido
- El 58% de los españoles tiene intención de comprar un móvil reacondicionado
- Por cada iPhone que se vende de segunda mano se evita cerca de 47 kilos de dióxido de carbono
- El 80% de la contaminación de un móvil se produce en su fabricación
Carlos Bueno, Antonio Lorenzo
¿Para qué comprar un smartphone nuevo cuando el mercado ofrece los mismos equipos como si estuvieran recién salidos de fábrica? La pregunta corre de boca en boca en miles de familias, cuando la crisis económica y la conciencia ambiental invita a considerar este pujante fenómeno.
Los móviles reacondicionados crecen estos días en intención de compra en España, en gran parte por el interés de millones de familias de adquirir dispositivos buenos, bonitos, baratos y con plenas garantías aunque sea a costa de no estrenar dispositivo. Los clientes de este tipo de productos de segunda mano, perfectamente revisados y empaquetados, asumen que la suya puede ser una de las compras más inteligentes del momento, especialmente cuando la crisis económica invita a apretarse el cinturón. Por lo pronto, más de la mitad de los españoles, el 58% exactamente, tiene intención de comprar un teléfono reacondicionado, mientras que el 44% ya lo ha hecho anteriormente. Los motivos que empujan hacia este tipo de mercado guarda relación directa con el precio (con descuentos de hasta el 70% respecto al mismo modelo nuevo) y con la mayor conciencia ambiental, al proporcionar una segunda vida a los dispositivos, una vez que el 80% de la contaminación de un teléfono se debe a su fabricación.
Estas cifras se desprenden de una encuesta realizada por SMAAART - marca especializada en el reacondicionamiento de teléfonos móviles - realizada con una muestra representativa de 1500 españoles de entre 18 y 65 años. El mismo estudio revela "un avance hacia hábitos de consumo más responsables, ya que el 66% de los encuestados sitúa el ahorro medioambiental como una de las tres principales ventajas a la hora de comprar un móvil reacondicionado", según los responsables del informe. Asimismo, "cada vez más personas están dispuestas a cambiar sus hábitos de consumo para lograr un estilo de vida más respetuoso con el planeta. En el ámbito de la tecnología, una buena forma de ser sostenible es alargando la vida útil de los dispositivos, ya que más del 80% de la huella ambiental de un aparato electrónico se debe a su fabricación" explica Jacqueline Pistoulet, Country Manager de SMAAART en España.
Según datos del mercado, por cada iPhone que se vende en el mercado de segunda mano, evitamos la emisión de 47 kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera. Es el cálculo que han hecho entre el Instituto de Investigación Medioambiental de Suecia (IVL) y la consultora especializada en medioambiente Ethos International para la web Milanuncios.com. La economía circular está en auge y cada vez son más los consumidores que prefieren dar una segunda oportunidad a sus dispositivos electrónicos. Con esta decisión, contribuyen a la lucha contra el cambio climático y, de paso, también se ahorran unos euros curiosos... En algunos casos, incluso se puede optar por el alquiler de equipos, como viene ofreciendo la startup alemana Grover, que renta equipos de hardware a particulares y empresas.
En ese contexto, la empresa Swappie se ha convertido en muy pocos años en la compañía líder europea en reacondicionamiento de iPhones. También empezó como startup en 2016 y ya cuenta con 1.500 trabajadores. Ha superado los 800.000 clientes en 15 mercados europeos -incluido España- y en 2020 registró unos ingresos de 97 millones de euros. Su facturación ha crecido a tres dígitos en algunos ejercicios. "A final del año pasado, alcanzamos la marca de haber vendido más de un millón de iPhones y en estos momentos estamos vendiendo varios cientos de miles de estos dispositivos al año", explica a eleconomista.es su CEO y fundador, Sami Marttinen (Heinola, 1990), en una visita a las instalaciones de la central de la compañía en Helsinky. El mismo directivo cuenta todo empezó porque a él mismo lo estafaron cuando compró un iPhone de segunda mano por Internet. "Me puse a preguntarle a la gente en la calle y me sorprendió que, en realidad, los consumidores querían acceder a este tipo de móviles para reducir el desperdicio de productos electrónicos, que aumenta sin parar. Sin embargo, no confiaban de los vendedores que había". Detectó así esa demanda desatendida y, aunque estaba metido en otros proyectos, él y sus socios se pusieron manos a la obra. "Nos centramos en crear un servicio que pudiera atraer a personas que en lugar de comprar un móvil nuevo pudieran comprar uno reacondicionado", añade. El sistema que utilizan es muy sencillo y todo tiene lugar desde la propia web. Basta entrar y elegir si queremos comprar o vender un terminal usado. Si optamos por la adquisición, podemos encontrar modelos -todos ellos con garantía de dos años- desde el iPhone 7 al último modelo. "El ahorro oscila desde el 10% para los terminales más recientes hasta el 40% para los más antiguos", nos detalla Marttinen. Para asegurarse de que no haya problemas, aparte de esa garantía de dos años, cada móvil también es sometido a 52 pruebas de todo tipo. Desde la compañía añaden que su garantía tiene una cobertura más amplia que la que ofrece la propia Apple en sus terminales nuevos. Y ofrece un dato sobre el mercado europeo, en el que se están centrando y consolidando antes de iniciar su expansión a otros continentes: "Aquí, el mercado de teléfonos inteligentes reacondicionados representa solo el 10%". Aunque de momento solo están comprando y vendiendo dispositivos entre particulares, pronto se plantean el salto a empresas para que les remitan los teléfonos cuando éstas se los renuevan a sus trabajadores. El proceso de reacondicionamiento de los móviles es muy artesanal. Cuando llegan los móviles, se les identifica para permitir la trazabilidad en todo el proceso. En la primera sala, vemos a muchos de los iPhones conectados a una especie de servidores para borrar cualquier tipo de información previa. A partir de ahí, se establecen las prioridades. Por ejemplo, si la batería está aún por encima del 80% de su capacidad, se opta por mantenerla, a menos que el comprador exija que sea reemplazada.
A partir de ahí, los terminales son derivados a los técnicos encargados de cada misión. Por los puestos, algunos de ellos lucen orgullosos un cartel que les acredita como campeones en su meticuloso trabajo de las reparaciones. Niko Uimone, por ejemplo, consiguió cambiar la friolera de 177 baterías el 21 de enero de 2021, un auténtico récord por el que fue premiado. Por los escritorios de los trabajadores encontramos bastoncillos sanitarios y alcohol para limpiar las minúsculas piezas junto a avanzados microscopios electrónicos de alta precisión, soldadores y tornillos casi invisibles. Frente a procesos como el cambio de batería, que pueden realizarse en pocos minutos, atendemos también cómo se repara el sistema de reconocimiento facial en las tripas del procesador, un trabajo mucho más lento. Para la limpieza final o pulido de la superficie externa, un cepillo de dientes eléctrico ayuda a eliminar cualquier imperfección. "Por cada dispositivo que vendemos, podemos reducir de forma considerable la huella de carbono que supondría fabricar un terminal nuevo. Esto es bueno desde el punto de vista económico, pero también ambiental, explican en Swappie.