Telecomunicaciones y tecnología
Una reactivación para el siglo XXI
- Telefónica apuesta por una serie de palancas que pueden modernizar la estructura del país e incrementar su productividad
elEconomista.es
España afronta el reto histórico de reactivar la economía para superar los efectos económicos y sociales provocados por la pandemia. Desde principios de marzo, los meses más duros del confinamiento vieron cómo la vida física se trasladó al mundo digital, pero también sirvieron para constatar fortalezas
Es por ello, que esta no debe ser una recuperación más, orientada únicamente a regresar a los niveles de Producto Interior Bruto (PIB) o de empleo previos al estallido del coronavirus, sino que debe ser vista como una oportunidad –casi una obligación- para reformar y modernizar los cimientos económicos y productivos de España. Y es que, el futuro de España en el siglo XXI se juega en el modo en que se encare y se ejecute esta recuperación.
Para afrontar estos retos, Telefónica apuesta por una serie de palancas que pueden modernizar la estructura del país e incrementar su productividad, poniendo a disposición de la sociedad y el tejido productivo su experiencia y sus recursos para ayudar a reconstruir un mundo mejor y más inclusivo, tal como recogió en el Pacto Digital que presentó a finales de julio.
En él, se abordan cinco ejes de prioridad: Impulsar la digitalización para una sociedad y economía más sostenible; abordar las desigualdades invirtiendo en las aptitudes digitales y adaptando el Estado de bienestar; construir una conectividad inclusiva y sostenible; garantizar una competencia justa mediante la modernización de los marcos fiscales, regulatorios y de competencia; y mejorar la confianza mediante un uso ético y responsable de la tecnología.
A pesar de que España progresa en su transición digital y se encuentra a la cabeza en conectividad con infraestructuras de primer nivel, la transformación digital de los hogares, los autónomos, las pymes y las Administraciones Públicas será determinante en su modernización, sus capacidades y en la creación de riqueza hasta tal punto que se prevé que la digitalización impulse el PIB español un 1,8% anual hasta 2025.
Un despliegue ambicioso
En su apuesta por la modernización, la compañía telefónica anunció a comienzos de septiembre el lanzamiento de su 5G y el compromiso de llegar al 75% de la población con esta nueva tecnología antes de que finalice el año.
"Nuestra red siempre ha sido un activo diferencial. Por ella transcurre la vida de las personas y ha demostrado una fortaleza inigualable cuando más se la ha necesitado. España ya lidera las infraestructuras digitales de Europa, con la red más extensa de fibra óptica, y no ha sido por casualidad, sino por decisión y por inversión. Ahora vamos a trasladar esa historia de éxito al 5G, con el despliegue más ambicioso de la UE", afirma el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
Una acción en sintonía con la Agenda 'España Digital 2025' del Gobierno, en la que detalla la movilización de 140.000 millones de euros para digitalización en los próximos cinco años, de los que 15.000 millones de euros procederán de los fondos europeos de reconstrucción.
"Llegan enormes beneficios para España. Esta es una oportunidad de oro para España lidere la cuarta revolución industrial y aproveche la mano tendida de Europa para el proceso de reconstrucción", manifiesta el presidente de Telefónica.
En definitiva, la transformación digital de la industria española no es una opción, sino una necesidad para garantizar la competitividad de las empresas y su supervivencia, un elemento esencial para reactivar la economía y reconstruir la vida.