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Sanidad renuncia al sistema de precios seleccionados en la ley del medicamento
- Modificará el anteproyecto que prevé aprobar en Consejo de Ministros en septiembre
- Ayuso anuncia un nuevo complemento de 280 euros al mes para enfermeras que trabajen en centros de difícil cobertura
- elEconomista.es impulsa el futuro sanitario con el II Foro de Salud: tecnología, innovación y alianzas para redefinir el sistema
Alejandro Dabdoub
Tras más de mil enmiendas presentadas por agentes del sector sanitario en contra de la futura ley del medicamento, el Ministerio de Sanidad alista modificaciones para su eventual presentación en septiembre ante el Consejo de Ministros.
En el marco del II Foro de Salud organizado por elEconomista, César Hernández García, director general de Cartera de Servicios del SNS y Farmacia, ha hecho énfasis en el modelo de precios seleccionados que originalmente proponía la ley para la compra de medicamentos y que están modificando tras las críticas del sector.
Advierte que Sanidad ha tenido que renunciar al sistema de concursos cada seis meses, un modelo que considera más económicamente liberal en donde el mercado determina los precios, por uno que requiere de mayor intervención. "En vez de ser más liberales y que sea el mercado el que marque (el precio del medicamento), seremos más intervencionistas", ha dicho.
Al mismo tiempo, ha destacado la importancia de poner en el centro del debate el valor que aportan los nuevos fármacos en el sistema por lo que buscan incorporar en la ley del medicamento una rebaja a 180 días el tiempo de espera necesario para aprobar la financiación de un fármaco. Este rubro ha ido cayendo en los últimos años: en 2020 solía superar los 519 días, mientras que en 2023 el promedio se situó en 344 días.
En otras palabras, se trata de una mejora de 175 días que representa todo un reto. "El objetivo no es tener un 100% de resoluciones (de nuevos medicamentos) por debajo de los 180 días y que todas sean negativas. Todo esto es una cuestión de dinero", ha señalado.
Durante la mesa de debate, titulada Acceso a la innovación y la implantación de las nuevas políticas en la industria, también se contó con la participación del director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez; Iñaki Moreno, socio responsable de la industria de Life Science & Health Care de Deloitte y Andoni Lorenzo Garmendia, presidente del Foro Español de Pacientes.
Desde el punto de vista de Farmaindustria, la ley del medicamento contempla cambios importantes como la incorporación de la evaluación europea, pero afirman que hay cuestiones mejorables. "Dado el momento en el que estamos, no vemos en la ley una consideración del medicamento como una inversión. Sobre todo vemos que se repiten cuestiones de leyes pasadas, del medicamento como un gasto que hay que controlar", ha señalado durante su intervención.
En esa línea, Sánchez García ha afirmado que algunas de las disposiciones del anteproyecto tienen el potencial de cambiar la estructura del sector, por lo que se debe analizar con calma. "Es importante que la ley no incluya cuestiones bastante poco útiles a la hora del medicamento como pedir datos de los costes del I+D de un medicamento", ha dicho.
En cuanto a inversión, Iñaki Moreno ha destacado el informe anual que desde 2010 publica Deloitte acerca del retorno de inversión en la industria farmacéutica. Por segundo año consecutivo se registró una mejora en la tasa de retorno en este rubro al pasar del 4,3% en 2023 al 5,9% en 2024. "Un mayor retorno actúa como aliciente para que haya más inversión en investigación", ha señalado.
Moreno ha apuntado los diferentes rubros que analiza el reporte de Deloitte en relación al desarrollo de nuevos medicamentos. Por ejemplo, ha dicho que el coste promedio de los nuevos medicamentos ronda los 2.200 millones de dólares y sigue en aumento. Asimismo, el plazo medio para completar este desarrollo también ha incrementado: mientras que en 2020 estaba en 93 meses, actualmente está en 100 meses. Del otro lado, el ingreso medio que se prevé con los nuevos fármacos ronda los 500 millones de dólares (dicha cifra, al descartar los agonistas GLP-1 como Ozempic, disminuye a 370 millones de dólares).
No obstante, las nuevas tecnologías ya han comenzado a transformar el sector, por lo que estas cifras podrían sufrir cambios drásticos en el futuro cercano. "La llegada de la inteligencia artificial en los procesos tempranos de investigación preclínica van a ayudar a cribar muchas moléculas que ya no se van a analizar. También va a ayudar en el reclutamiento de pacientes y sin dudas estamos mejorando la capacidad computacional con la que procesamos los datos y esto va a ayudar a acortar plazos", ha señalado Moreno.
Desde el punto de vista del Foro Español de Pacientes, Andoni Lorenzo Garmendia ha dicho que el anteproyecto otorga protagonismo a los ciudadanos en temas de medicamentos. "El valor y la sostenibilidad (de los nuevos fármacos) deben estar unidos a la calidad de vida de los pacientes".
Al mismo tiempo, ha criticado los pagos parciales por servicios médicos cubiertos por aseguradoras. "El copago no nos agrada, para qué voy a decir lo contrario. Al final yo creo que nos vamos a encontrar con situaciones que para determinados pacientes van a ser oportunidades y para determinados pacientes van a ser amenazas. Al final la diferencia entre unos y otros será la situación económica. No sé en qué medida podemos ejercitar esa presión para que el copago desaparezca", ha concluído Garmendia.