Sanidad
¿Logrará una suspensión de las patentes de la vacuna contra el Covid-19 aumentar la producción?
José Luis de Haro
Nueva York,
Estados Unidos anunció esta semana que respalda la exención temporal de las protecciones de propiedad intelectual para permitir que los países en desarrollo produzcan las vacunas contra el Covid-19 creadas por las compañías farmacéuticas. Una postura que también sopesa la Unión Europea y otras grandes economías que hasta ahora se han resistido a ello.
Los líderes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) han instado esta semana a los países miembros a que concreten rápidamente los detalles de un acuerdo para suavizar temporalmente las normas sobre las patentes de estas vacuna.
La exención, propuesta por Sudáfrica e India, podría eliminar los obstáculos que impiden aumentar la producción de vacunas en los países en desarrollo. Hasta la fecha se han administrado 1.100 millones de dosis en todo el mundo, pero en África, por ejemplo, se han administrado menos de 18 millones de dosis.
La propuesta llega después de que el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendase la puesta en común de estas patentes. Una propuesta que recibió poco interés por parte de muchos países y las farmacéuticas titulares de los derechos de propiedad intelectual. Ahora, pese al apoyo de EEUU, las discusiones de la OMC sobre las potenciales exenciones podrían llevar tiempo y requerirán la aprobación de sus 164 miembros.
A falta de detalles concretos, la eliminación de las restricciones a las patentes significa que las empresas rivales podrían fabricar vacunas utilizando patentes públicas sin riesgo de que los fabricantes de vacunas contra el Covid-19, como Pfizer, Moderna o Johnson & Johnson, las impugnen judicialmente. De esta forma, los gobiernos de países emergentes y en desarrollo podrían contar con un acceso más rápido y asequible a las dosis, según justifican algunos países como la India.
Sin embargo, como señala el Wall Street Journal, la fabricación de las vacunas es un proceso complejo que implica la obtención de materias primas difíciles de encontrar y conseguir una producción a escala que permita acceder a millones de dosis requiere construir fábricas o reequiparlas con equipos especiales y costosos.
Un proceso que podría llevar años. Además, se debe contar con un equipo profesional con capacidad suficiente para supervisar el proceso. Es por ello que las farmacéuticas argumentan que el plan para liberar temporalmente las patentes es ineficaz, dado que en la actualidad pocos países tienen la capacidad de producir más vacunas aunque conozcan las fórmulas.
Tradicionalmente, las vacunas suelen tener muchas menos patentes que los medicamentos pero son más difíciles de producir por lo que es la disponibilidad de conocimientos técnicos lo que frena la producción. Por ejemplo, Johnson & Johnson ya anunció que había buscado entre 100 socios potenciales para potenciar su producción, pero que sólo 10 eran capaces de fabricar su vacuna.
Según señala el Financial Times, los esfuerzos por producir en masa vacunas contra el Covid-19 a una escala sin precedentes se han visto limitados por varios cuellos de botella, entre ellos el suministro limitado de materiales como las nanopartículas lipídicas y equipos como las bolsas de biorreactores.
Es por ello que se estima que una medida más eficaz a corto plazo para incrementar la fabricación de vacunas sería suavizar los controles de exportación, para que las farmacéuticas no tengan restricciones en lo que al envío de sus vacunas se refiere así como al acceso de los ingredientes y equipos para fabricarlas.