Salud Bienestar

La lucha contra las resistencias a los antibióticos se estanca en España: solo se ha reducido el consumo un 13% en 10 años

La directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús Lamas.

Alicia Sánchez Romero
Madrid,

La lucha contra el consumo de antibióticos en humanos se ha estancado en los últimos diez años en España. Si bien hasta el año pasado se había conseguido llegar a una disminución del 17% en el consumo de estos medicamentos, este porcentaje se ha reducido ahora al 13,5%, según los datos actualizados del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), presentados por el Ministerio de Sanidad este lunes.

Por todo ello, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha instado a seguir trabajando en "reducir la cantidad de antibióticos", pero también en "mejorar la calidad y en medir el impacto sobre las tasas de septicemia", una respuesta inmunitaria extrema por parte del cuerpo frente a una infección generalizada, debido a la presencia en sangre de microorganismos patógenos o de toxinas. Así, la meta de Sanidad para 2030 es reducir el consumo de antimicrobianos en un 27% en dosis diarias por 1.000 habitantes/día entre los años 2019 y 2030, tanto en hospitales como en la comunidad.

Este mismo freno se ha producido también en el consumo de antibióticos en salud animal, que lleva desde el año pasado parado en una reducción del 69,5%. El reto ahora en este sentido pasa por alcanzar una disminución de ventas de productos médicos veterinarios de un 50%, teniendo como punto de partida los datos de 2018.

Pese a esta ralentización, España sigue siendo el primer país a nivel europeo en cuanto a la reducción del consumo de antibióticos veterinarios y el tercero en salud humana. La directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús Lamas, ha celebrado estos datos porque "España ocupaba segundo lugar en uso de antibióticos en salud humana y animal cuando se puso en marcha el PRAN en 2014". "Entonces éramos conscientes de la cada vez más frecuente resistencia antimicrobiana. Esto excedió el ámbito clínico para ver que lo que ocurría era una amenaza que podía poner en jaque la salud, el progreso social y la economía", ha expuesto Lamas.

Así, la directora de la AEMPS ha señalado que la salida de la pandemia supuso un "rebrote" de los antimicrobianos. "Si bien en España seguimos en un consumo por debajo de 2019, esto no ocurre en todos los Estados. Esto solo puede servir de estímulo para seguir trabajando", ha dicho.

Según el Ministerio de Sanidad, España está "en condiciones de poder cumplir con los objetivos" de reducción, por lo que debe "seguir trabajando en disminuir y racionar el consumo". "Los grandes objetivos pasan por implantar una visión de 'One Health', mejorar la percepción social y conseguir cambios de conducta, en la persona que consume los antibióticos, pero también en la que prescribe", según Padilla.

Con respecto a la falta de suministro de algunos antibióticos, Lamas ha señalado que el Sistema Nacional de Salud está llevando a cabo "una revisión selectiva de precios de antibióticos estratégicos cuya falta tiene consecuencias en la salud". Para la directora de la AEMPS, "trabajar en reforzar la cartera de suministro de los viejos antibióticos es esencial".

La resistencia a los antibióticos es uno de los mayores desafíos de salud pública a nivel global. Cada año, millones de infecciones se vuelven más difíciles de tratar debido a la pérdida de eficacia de los fármacos que, durante décadas, han sido la primera línea de defensa. Todo ello pone en riesgo la vida de las personas, y afecta a los sistemas de salud, a la producción animal, al medio ambiente y, en última instancia, a la economía global.