Salud Bienestar

Susana Monereo, endocrina: "La dieta mediterránea es la clave contra el envejecimiento prematuro y las enfermedades crónicas"

La base de la dieta mediterránea son las comidas a base de plantas. Fuente: Canva.

elEconomista.es

La jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional, la doctora Susana Monereo, recuerda que "la dieta mediterránea no es solo un patrón alimentario, es una forma de vivir que protege el cuerpo desde dentro y nos permite llegar a edades avanzadas con calidad de vida".

En profundidad

"Desde el punto de vista endocrino y metabólico, es una herramienta preventiva poderosa contra el envejecimiento prematuro y las enfermedades crónicas", añade recordando quemás del 37% de los adultos españoles presentan sobrepeso y cerca del 17% padece obesidad.

La combinación de aceite de oliva virgen extra, frutas, verduras, pescado azul y frutos secos crea un entorno metabólicamente favorable que reduce la inflamación crónica, "mejora la sensibilidad a la insulina y protege frente a enfermedades neurodegenerativas", explica la doctora.

Al no ser una dieta restrictiva, favorece la adherencia a largo plazo. "No se trata de prohibir, sino de elegir bien: comer en familia, moverse a diario, descansar y cultivar vínculos afectivos. Todo eso también es salud", subraya Monereo. Este enfoque tiene un impacto directo sobre el envejecimiento saludable.

Más detalles

A nivel celular, recuerda que los antioxidantes presentes en esta dieta ayudan a reducir el estrés oxidativo y preservar la longitud de los telómeros, un marcador de juventud celular. A nivel hormonal, mejora el perfil lipídico, regula la secreción de insulina y preserva la función tiroidea y suprarrenal.

"Estamos hablando de una dieta que puede reprogramar nuestro organismo hacia un envejecimiento más lento", apunta la especialista, que recuerda que los beneficios de la dieta mediterránea van más allá de lo físico.

Monereo destaca un aspecto menos visible que es el vínculo social. "En España, el contacto intergeneracional es frecuente: abuelos, padres e hijos comparten tiempo, comidas y experiencias. Ese tejido emocional protege la salud mental y regula hormonas clave como el cortisol, que, si se mantiene elevado por estrés o soledad, puede acelerar el deterioro metabólico", explica.