Salud Bienestar
¿Es malo lavarse el pelo todos los días? La verdad sobre la frecuencia con la que debes hacerlo
- "Cada persona debe lavarse el pelo en función de sus propias necesidades"
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elEconomista.es
La creencia de que lavarse el pelo todos los días es malo se ha convertido en uno de los mitos más repetidos con los años, por causas como pensar que llevar a cabo esta práctica hará que la cantidad de grasa aumente, a pesar de que esta, producida por las glándulas sebáceas, está determinada por componentes genéticos, reza una publicación de Europa Press.
Por este motivo, desde la clínica especializada en salud capilar Medical Hair resaltan que cada persona debe lavarse el pelo en función de sus propias necesidades personales, es decir, teniendo en cuenta la cantidad de grasa que genere el cuero cabelludo.
"Si el pelo se engrasa frecuentemente, lo correcto es lavarlo a menudo, o incluso a diario, debido a que, si está graso y con residuos, es difícil que crezca", explicó el director médico de Medical Hair España, Horacio Foglia.
El especialista hizo especial hincapié en recordar que es "totalmente falsa" la creencia de que cuanto más se lava el pelo más se ensucia. "Lavarse el pelo es una rutina de higiene personal que implica hacerlo con productos adecuados a cada tipo de cabello, siendo muy recomendable utilizar un champú con PH neutro", agregó.
Los que le dicen 'No' al champú
Sin embargo, existen colectivos que apuestan por prescindir del champú, como el movimiento 'No poo', quienes consideran que la segregación sebácea se regula por sí misma con el paso del tiempo y solo hay que esperar a que el pelo se acostumbre para lucir, finalmente, brillante y sin grasa como si estuviese limpio.
En esta línea, apuestan por usar vinagre y bicarbonato como limpiador en algunas ocasiones, pero son dos elementos que presentan un PH bajo y alto, respectivamente, ocasionando posibles irritaciones del cuero cabelludo por lo que es desaconsejable su uso.
Frente a esto, la clínica Medical Hair señaló que el uso del champú no afecta a la cantidad de grasa que se genera, puesto que las glándulas sebáceas se encuentran situadas por debajo de la superficie de la piel sin interferir en su producción. "El champú limpia el cabello y retira la grasa que se acumula en el cuero cabelludo de forma que se evita la formación de infecciones", concluyeron.
Por su parte, la farmacéutica Rocío Escalante, experta en dermofarmacia, nos da las claves para el lavado perfecto y recoge EP.
Cuidar el cuero cabelludo, el primer paso para una melena sana
El cuero cabelludo hay que lavarlo y mantenerlo limpio, porque es la base del cabello, sobre la que crecerá sano y fuerte. Un cuero cabelludo sucio puede favorecer la caída, pérdida de densidad y de volumen.
Por eso, hay que lavarlo las veces que haga falta. Si es un cuero cabelludo graso será necesario a diario o cada dos días. Hay que elegir un champú adaptado a nuestro cuero cabelludo - seco, graso o sensible -, emulsionar en la mano y masajearlo suavemente entre 1 y 3 minutos.
Otros cuidados para un cuero cabelludo sano son los exfoliantes o los aceites pre-lavado, con los que realizaremos un masaje que activará la microcirculación, como las propuestas que nos ofrece René Furterer, con una completísima gama adaptada a todo tipo necesidades.
Elegir un champú específico para el cabello
Para un lavado eficaz, también hay que fijarse en el cabello. Sus características y condiciones determinarán el tipo de champú más adecuado: seco, coloreado, decolorado, canoso, fino y sin volumen, ondulado, rizado. Y, algo muy importante y que debemos tener en cuenta, el cabello no se puede frotar al lavar, solo se masajea suavemente con los dedos.
La suciedad suele acumularse en el cuero cabelludo, pero no en el cabello. Utiliza mucha agua y poco champú. Respecto al número de aplicaciones, depende de la frecuencia con la que se lave el pelo, si lo hacemos a diario, con una es suficiente. En los demás casos, es recomendable aplicar dos veces el champú.
Acondicionar o mascarilla
La mascarilla nutre, es un tratamiento más concentrado que el acondicionador, actúa desde el interior de la fibra, y deberíamos usarla al menos una vez a la semana. Hay que elegir una mascarilla adaptada a cada cabello, aplicarla sobre la melena escurrida, de medios a puntas, trabajándola mechón a mechón y dejarla actuar de 3 a 5 minutos.
Cuando buscamos un cuidado más intenso, podemos envolver el pelo con una toalla caliente y dejarla media hora. Por su parte, el acondicionador se puede usar a diario, no necesita tanto tiempo de exposición, ayuda a desenredar y facilitar el peinado.
Temperatura del agua
Lo más aconsejable es utilizar agua tibia, que no supere los 36ºC y acabar el lavado con agua fría, para cerrar y sellar las cutículas y conseguir así más brillo. Es importante aclarar muy bien, para que no queden restos de champú ni de acondicionador o mascarilla.
Secado
No se debe frotar el pelo nunca cuando está mojado, ya que es mucho más sensible y propenso a la rotura, además la cutícula se abre y se encrespará. Lo ideal es utilizar una toalla de microfibra, y envolver el pelo para que vaya absorbiendo la humedad.
Si utilizamos secador, siempre a temperatura media, antes conviene aplicar un protector térmico para protegerlo del calor.
Para desenredarlo, conviene hacerlo con la mascarilla o el acondicionador puestos, o aplicar después un acondicionador sin aclarado, así evitaremos romperlo.