Cómo afrontar las críticas en el trabajo, según una psicóloga

Las críticas, en todo entorno laboral, son una parte inevitable del proceso de crecimiento y desarrollo profesional. Como se suele decir, nadie es perfecto en el mundo, y es justamente esa retroalimentación que recibimos al cometer un error la que nos puede ayudar a mejorar y desbloquear todo nuestro potencial.

Sin embargo, hay mucha gente a la que le cuesta aceptar y encajar una crítica y, en lugar de aprender de ella, se lo toman como algo personal y se sienten juzgados o atacados, optando por ponerse a la defensiva. Es decir, no acaban mejorando y continúan cayendo en los mismos errores una y otra vez.

En multitud de ocasiones, la forma en que recibimos y gestionamos las críticas puede marcar una gran diferencia en nuestro desempeño y en el ambiente laboral en general. Sí, aunque pueda pasar desapercibido para ciertos individuos actualmente.

Críticas constructivas vs críticas destructivas

"Es importante entender el trasfondo del mensaje que recibe uno. La crítica es maravillosa cuando es constructiva, cuando te construye, cuando no toca tu autoestima". ha reflejado Begoña del Campo, experta en neuropsicología y salud mental a 'elEconomista.es'.

A su juicio, las críticas constructivas ayudan a "crecer a nivel profesional y a nivel personal". En cambio, la crítica destructiva es "aquella que va con inquina", que busca dañar y herir a la otra persona y no ofrece ayuda ni soluciones a la problemática.

A tener en cuenta

En este segundo caso, es crucial mantener la compostura y manejar la situación de la mejor forma posible: debes respirar profundamente y tratar de separar el mensaje útil de la negatividad, además de evaluar la fuente de la crítica y buscar el apoyo si lo necesitas.

"Hay que ponerse un chubasquero emocional ante la crítica destructiva. Hay personas que lo que reflejan es lo que llevan, es decir, su propia frustración, su propio mundo interior. Si te sirve para aprender, acéptala y utilízala. Si no, olvídalo", ha revelado la especialista.

Y es que cabe destacar que las críticas destructivas no definen tu valía como persona ni como profesional. Al fin y al cabo, no es más que una opinión y que sea algo malo o bueno dependerá de la intención que tenga la persona al formularla y en cómo queramos recibirla nosotros mismos.