Salud Bienestar
Estas son las consecuencias de beber refresco todos los días en tus riñones
- La gran cantidad de azúcar unido a los compuestos químicos influye en la salud negativamente
- Los problemas de salud que podrías padecer si tienes ojeras más allá del insomnio
- El 112 gestionó 2.776 llamadas y 673 incidentes en Castilla y León durante el apagón
Arianna Villaescusa
El consumo mundial de refrescos en todo el mundo en 2023 fue de más de 300.000 millones de litros, lo que además supone un crecimiento de casi 5 millones con respecto al año anterior y se prevé que esta tendencia siga creciendo. Esto es algo que preocupa especialmente a los expertos en salud debido a las altas cantidades de azúcar que contiene, las cuales son especialmente perjudiciales para la salud.
Algunos estudios como el publicado en 2007 en la revista American Journal of Clinical Nutrition sugieren que el consumo habitual de este tipo de bebidas pueden conllevar un mayor riesgo de enfermedad renal crónica (ERC). De esta manera, beber entre cinco y siete refrescos por semana incrementa el riesgo de padecer esta enfermedad en un 33%, mientras que si se consume más de siete a la semana, el riesgo aumenta hasta un 83%.
La causa principal de esto es la gran cantidad de componentes como el fósforo o el ácido úrico, que generan graves complicaciones de salud. Entre los efectos más preocupantes está la descalificación ósea y la calcificación de tejidos blandos, dando lugar a graves problemas de los riñones.
Gran cantidad de azúcar
Asimismo, otro de los compuestos más habituales de estas bebidas son la gran cantidad de azúcar, concretamente de fructosa, que puede derivar en afecciones tales como resistencia a la insulina, hipertensión o síndrome metabólico.
Por otra parte, los fosfatos inorgánicos alteran el metabolismo del fósforo y el calcio, derivando en daño tubular de los riñones. Más allá de esto, también puede producirse una deshidratación crónica debido a un déficit crónico de líquidos.
La bebida más recomendable
En general, la bebida más recomendable será siempre el agua, por lo que, especialmente en los más pequeños es siempre preferible dejar este tipo de bebidas solo para momento puntuales. Igualmente, una dieta sana y equilibrada unido a la revisiones médicas periódicas puede contribuir a la prevención de numerosas enfermedades.