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Lo que afirman los expertos sobre la mejor manera de limpiar las fresas: "así no pierden parte de su sabor y textura"

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María León

Ya estamos en temporada de fresas y eso solo puede significar una cosa: los supermercados y tiendas se tiñen de color rojo. Desde este momento ya podemos disfrutar de una de las frutas más populares a un precio más razonable que en otros momento del año. Con leche, con azúcar, con nata o de la forma que sea, la verdad que las fresas están deliciosas. No obstante, esta fruta pertenece al grupo de "Dirty Dozen" del Grupo de Trabajo Ambiental, un informe anual que destaca los productos que son más propensos a contener residuos de pesticidas.

Hay que tener en cuenta que las fresas crecen a ras del suelo, por lo que es lógico que puedan tener más residuos que otras y además, se suelen consumirse sin pelar. Es por ello, por lo que es fundamental limpiarlas de manera adecuada. Ahora bien, aunque cada vez es más popular hacerlo con vinagre o sal, ¿es alguno de estos el método adecuado?

Ni con vinagre ni con sal

Uno de los errores más comunes y que cada vez se está extiendo más es sumergir las fresas en una solución de agua con vinagre o sal, creyendo que así se eliminará de forma efectiva todo rastro de tierra, pesticidas o insectos. No obstante, aunque en cierta parte sí que funciona, también es importante recalcar que la presencia de estos dos ingredientes también pueden alterar el sabor y afectar a su textura. Y eso no es lo que queremos.

Según los expertos, la forma más adecuada y eficiente de limpiar las fresas es algo más sencillo, ya que no se necesitan ingredientes ni pasos adicionales. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos afirma que solo bastaría con lavarlas bajo un chorro de agua durante al menos unos 30 segundos.

Eso sí, si se quiere llevar la limpieza un paso más allá, también es posible complementarlo con un cepillo de cerdas suaves o frotar de forma delicada con las manos. Lo que sí o sí se debe evitar es dejarlas durante mucho tiempo en remojo, ya que de esta forma absorben el agua y cambian de textura.

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Dos recomendaciones importantes

Otro de los consejos que los expertos recomiendan seguir es que se deben lavar las fresas justo en el momento antes de consumirlas, y no con demasiada antelación. Si no fuera así, se corre el riesgo de que se deterioren y pueda aparecer moho. Ahora bien, si se quiere mantener las fresas limpias y frescas en el frigorífico, es importante que estén guardadas en un recipiente con perforaciones y con papel absorbente. Esto último es una cuestión importante, ya que evite la proliferación de hongos.