Cuáles son las enfermedades que ayuda a combatir el agua de piña
- El agua de piña es una bebida que se prepara con la cáscara de esta fruta
- La mejor fruta para limpiar la vejiga de forma natural
- El efectivo remedio casero para eliminar todos los hongos de las uñas de forma definitiva
Raúl González Pérez
El agua de piña, como bien todos sabemos, es una excelente alternativa para hidratarse, sobre todo en periodos donde hay temperaturas elevadas. Y es que tiene un sabor rico, refrescante y un toque de acidez irresistible para cualquier persona, sin importar la edad.
Beneficios
Entre sus propiedades, cabe destacar las siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Es diurética. Es un refresco natural a base de agua, por lo que ayuda a reducir la retención de líquidos y la hipertensión arterial. Por si fuera poco, ayuda a combatir las infecciones urinarias, al aumentar la producción de orina y otorgar un pH más alcalino al sistema urinario.
- Antioxidante. Ayuda, por su contenido en vitamina C, a neutralizar los radicales libres que forman problemas como el envejecimiento prematuro de las células del organismo.
- Sube las defensas. Es muy útil para ayudar a aumentar las defensas del organismo y a combatir bacterias e infecciones virales, reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades como la gripe y algunos tipos de cáncer.
- Favorece la cicatrización de los tejidos. Es rica en vitamina C, que actúa en la síntesis de colágeno en el organismo.
- Disminuye la inflamación en el organismo. Es rica en antioxidantes y contiene bromelina, que actúa como antiinflamatorio natural, ayudando a aliviar la inflamación en las articulaciones, músculos y tejidos. Es un remedio casero muy bueno para la artritis.
- Ejerce un efecto detox. Posee características diuréticas que ayudan a eliminar el exceso de líquido retenido en el cuerpo y a eliminar las toxinas del organismo.
Paso a paso
El modo de preparación es muy sencillo. En primer lugar, debes lavar correctamente la piña, asegurándote de que no quede nada de suciedad. Acto seguido, hay que cortar la piña en trozos grandes o pequeños, preservando la cáscara. Más tarde, infusiona, es decir, lleva los trozos de la piña a una jarra con agua e introdúcela al refrigerador durante una hora.
Por último endulza. A gusto del consumidor, puedes añadir azúcar, miel o un edulcorante natural, estando lista para servir en cualquier tipo de contexto.