La desconocida semilla que reduce el colesterol, ayuda a adelgazar y mejora la ansiedad y depresión

Las semillas de chía eran unas auténticas desconocidas hasta hace muy pocos años. Actualmente, se encuentran en las estanterías de muchas casas, debido a que es considerado un superalimento por muchos expertos y aportan multitud de beneficios.

Sin duda alguna, su alto contenido en fibra, tanto soluble como insoluble, es una de las grandes virtudes de estas semillas, lo que ayuda a mejorar en una gran proporción el tránsito intestinal, a mantenernos muy saciados y a favorecer la absorción del colesterol.

Propiedades

Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes:

• Previenen la oxidación y depura tu cuerpo. Gracias a las semillas de chía, tu organismo eliminará toxinas y líquidos. Además, contribuyen a regular la flora intestinal y a frenar el proceso de oxidación celular.
• Ricas en proteínas. Aportan una gran cantidad de fibra y energía. Son una opción saludable y económica si pretendes ganar masa muscular o necesitas ayudar a regenerar el tejido tras un entrenamiento.
• Cuidan de tus articulaciones. Contiene propiedades antiinflamatorias, por lo que su consumo puede aliviar de forma notable el dolor que sufren tus articulaciones con el paso del tiempo.
• Reducen el riesgo de enfermedad cardiaca. Gracias a la combinación de fibra y omega 3, se reduce el colesterol total y LDL en sangre.
• Ayudan a adelgazar. Son ideales para bajar de peso y tener un abdomen plano.
• Omega 3. Aportan mucho Omega 3, un ácido graso cuyas propiedades son de gran ayuda en diferentes procesos.
• Ayudan a controlar el sobrepeso y a no picar entre horas. Su alto contenido en fibra permite regular el sistema digestivo y a controlar la sensación de saciedad.
• Mejoran la depresión. Contienen triptófano, un aminoácido que ayuda a la liberación de serotonina, lo que nos da una sensación de calma y nos reduce la ansiedad.

A tener en cuenta

Para aprovechar al máximo los beneficios de las semillas de chía, se recomienda consumir entre 10 y 15 gramos de semillas al día, lo que equivale a aproximadamente dos cucharadas. Se aconseja, para una mejor absorción de nutrientes, hidratar las semillas en agua o mezclarlas con otros alimentos, como batidos, yogur o leche.

En caso de preferir consumirlas secas, hay tener en cuenta que la mayoría de los nutrientes se encuentran en el interior de la semilla. De ahí que la mejor opción sea molerlas antes de consumirlas. Así, mejorará la absorción y promoverás la salud intestinal.