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La vitamina que cada vez tomamos menos y aumenta la memoria en época los exámenes: recomendada por Harvard

La presión ante los exámenes es un fenómeno común que experimentan muchos estudiantes. Fuente: Pexels.

Raúl González Pérez

Se acerca la temporada de los exámenes finales del 2024. Durante este periodo, muchos estudiantes se enfrentan al reto de memorizar grandes volúmenes de información en poco tiempo. Es ahí cuando la memoria y la concentración se convierten en aliados determinantes para el éxito académico.

Sin embargo, este proceso puede verse altamente afectado por el estrés y la sobrecarga de tareas, entre otras cosas, que caracterizan la época de exámenes. Además del estudio y la práctica, existen otros factores que pueden ayudar a optimizar estas habilidades cognitivas, como la alimentación adecuada y el consumo de ciertos nutrientes.

En profundidad

Entre ellos, conviene señalar las vitaminas, que pueden marcar una diferencia significativa en el rendimiento cognitivo. En particular se ha indicado que las vitaminas del complejo B juegan un papel importante en mejorar la memoria al completo y la concentración, ayudando a los estudiantes a rendir mejor en sus exámenes.

"La mejor vitamina que cubre muchos aspectos relacionados con la salud del cerebro es la vitamina B. Son varias y cada una tiene una función importante para el cerebro", ha señalado contundentemente la doctora Uma Naidoo, experta de la Universidad de Harvard.

Más detalles

Las distintas variantes de esta vitamina ofrecen beneficios que, cuando se combinan, potencian la capacidad del cerebro para retener información y procesarla de manera eficiente. Sí, aunque esta información haya generado cierto debate en las redes sociales.

Por ejemplo, la vitamina B1 es vital para la transmisión de señales nerviosas, mientras que la B12 es crucial en la síntesis de neurotransmisores, sustancias químicas que permiten la comunicación entre las neuronas.

A juicio de la especialista, los alimentos que aportan vitamina B son las lentejas, los garbanzos, las nueces, verduras como las espinacas, el brócoli o la lechuga, frutas como el melón o las fresas, pescados tales como el atún o el salmón, y carnes blancas como el pollo o el pavo.