Salud Bienestar
El queso que mejora la flora intestinal, limita la acumulación de grasa en el hígado y es beneficioso para el colesterol
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Raúl González Pérez
Al compartir casi la mayoría de las características nutricionales de la leche, el queso es una fuente importante de vitaminas, calcio y proteínas. Es más, su composición nutricional varía considerablemente en función del contenido de agua que se usa para su elaboración.
A menor cantidad de agua, mayor concentración de nutrientes por 100 gramos de queso. Como todos sabemos en España, este alimento que se puede comer solo o acompañado, troceado o fundido, fresco o curado, puede estar en nuestra vida de muchas formas.
Beneficios
Ahora bien, con una sola porción diaria podemos conseguir el aporte lácteo que necesitamos para llevar una alimentación completa y equilibrada. Entre sus propiedades más destacadas, conviene señalar las siguientes:
- Fortalece los huesos. Es una fuente concentrada de calcio, un mineral clave para la salud ósea.
- Fuente de nutrientes. Contiene proteínas de alta calidad que son determinantes para el crecimiento y reparación de tejidos.
- Protección cardiovascular. Ciertos componentes del caso pueden tener efectos protectores sobre el corazón al mejorar los niveles de colesterol y reducir la presión arterial.
- Fuente de probióticos. Ciertas bacterias pueden ayudar a promover una flora intestinal saludable, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.
- Aporta energía. Puede ser una buena fuente de energía sostenida, al proporcionar combustible a largo plazo.
- Útil para la salud mental. Contiene triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
A tener en cuenta
De todos ellos, el mejor queso para el hígado es "el queso fresco de cabra o de oveja", según Patrick Marcellin, hepatólogo del hospital Beaujon y presidente de la Asociación que mejora la asistencia a los pacientes crónicos de enfermedades hepáticas (APHC), en declaraciones a 'Journal des Femmes'.
Y es que son alternativas más saludables a los quesos procesados y grasos. De hecho, son muy bajos en grasas saturadas y colesterol, entre otras cosas, y también contiene ácidos grasos de cadena corta que pueden ayudar a mejorar la salud del hígado.
Por si fuera poco, hay que tener en cuenta su mayor contenido de proteínas y nutrientes esenciales. Eso sí, también se puede optar por la ricotta, cancoillotte o requesón, el más bajo en colesterol. No obstante, es clave recordar que la moderación es determinante.
Aunque estos quesos son seguros para el hígado graso, todavía deben consumirse con mucha moderación como parte de una dieta equilibrada.