Salud Bienestar
Cómo saber qué productos fermentados del supermercado son probióticos
- No todos los alimentos fermentados son probióticos
- En algunos supermercados o anuncios se dice que un producto fermentado tiene probióticos y no siempre es cierto
- Expertos confirman los efectos antioxidantes de prebióticos de tomillo y orégano
elEconomista.es
Hay dudas en torno a si los alimentos fermentados son todos probióticos. La respuesta es no. A pesar de que los fermentados tengan beneficios para la salud y contengan microorganismos vivos, no significa que sean probióticos.
Para resolver esta confusión que tienen los consumidores, hay una serie de diferencias entre ellos explicadas por el dietista-nutricionista Javi Maeztu. Los productos fermentados son aquellos que se obtienen por medio del crecimiento de microorganismos en determinados alimentos.
El experto señala sobre los fermentados: "Consiste en cultivar microorganismos sobre un alimento para que lo digieran, lo transformen, y den como resultado otro alimento que ha pasado por esa transformación, por esa predigestión, y el resultado es seguro para el consumo humano, a diferencia de la putrefacción".
No todos los alimentos fermentados son probióticos
Maeztu apunta a que "el término probiótico está mal utilizado en estos contextos" e insiste que no porque un alimento esté fermentado es siempre un probiótico.
El dietista aclara lo que es un probiótico: "Se determina que probiótico es un microorganismo que se ha estudiado a nivel de cepa, de más detalle". Javi Maeztu precisa: "Tampoco todos los alimentos fermentados tienen los mismos beneficios, cada grupo de alimentos fermentados los tiene, ni todos se deben exclusivamente a los microorganismos vivos, y estos microorganismos, que pueden tener un efecto beneficioso o no son probióticos. A día de hoy se reserva el nombre a especies definidas a nivel de cepa y después, en algunos casos, se pueden extrapolar estos beneficios como potencial probiótico".
El nutricionista alerta de que en los supermercados o en los anuncios se engaña al consumidor porque se pueden encontrar botellas de Kombucha, que es un fermentado, asegurando que tiene probióticos naturales. Esto también se puede ver en algunas botellas de vinagre, otro fermentado.
Apunta a que los probióticos son especies definidas a nivel de cepa, unos microorganismos muy concretos que se adicionan a un alimento fermentado y actúa como un medicamento. "Es un suplemento alimenticio cuyo beneficio para la salud debe haber sido demostrado. En algunos países se están legislando como medicamentos", explica Maeztu.
Un producto fermentado será probiótico dependiendo de las cepas de microorganismos que contenga y de la cantidad de los mismos. Alimentos fermentados probióticos pueden ser a los que se les ha añadido cepas probióticas como puede ser el yogur bífidus. "Se fermenta el yogur y después se le añade el probiótico, que sería similar a si te lo tomas en una pastilla, pero está incluido en este alimento fermentado", añade.
Hay alimentos que de forma natural son casi idénticos a los probióticos pero que no están identificados a nivel de cepa aunque tienen potencial de probiótico. Algunos ejemplos son vegetales lactofermentados, aceitunas en salmuera bien fermentadas, chucrut o kimchi, y los kéfires, el de leche y el de agua.