Las personas que lucen mucho más jóvenes que su edad real suelen realizar estos 2 hábitos diarios
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Raúl González Pérez
Los hábitos saludables de vida, como la alimentación, el ejercicio físico y una sana conexión con nuestros seres queridos, son los pilares sobre los que se sustenta la longevidad. Y es que todos queremos vivir más y mejor, cumpliendo años con salud y vitalidad.
Ahora bien, a menudo descuidamos determinados aspectos de la vida cotidiana que no consideramos relevantes, pero que en realidad sí que lo son. Hablamos, entre otras cosas, del correcto descanso ante el ritmo tan ajetreado y de las proteínas en la nutrición.
En profundidad
Con el paso de los años, lo cierto es que cuesta dormir profundamente. Y es algo normal. De hecho, la Encuesta Nacional sobre el Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan ha desvelado que, casi la mitad de los adultos mayores, dice que tienen problemas regularmente para quedarse dormidos.
Y es un verdadero problema. Es más, los individuos que descansan mal tienen más probabilidades de sentirse deprimidas, problemas para recordar información y concentrarse o sueño durante el día. Por lo general, los adultos de avanzada edad necesitan la misma cantidad de horas que cuando eran jóvenes: entre 7 y 8 horas por noche.
Más detalles
En este contexto, conviene señalar que la pérdida muscular es otra parte normal del proceso. Eso sí, varias investigaciones han revelado de manera contundente que consumir suficientes proteínas puede ayudarnos a conservar las que ya tenemos e incluso respaldar nuestros esfuerzos para desarrollar más.
¿Y cuántas debemos tomar al día? Pues bien, los mayores de 65 años necesitan de 1 a 1,2 gramos de proteína por kilo para apoyar la salud muscular (si pesamos alrededor de 70, unos 68 gramos). Y no solo eso: tenemos que asegurarnos de añadir una porción en cada comida, como pescado o pollo, y elegir snacks saludables, como frutas o bebidas nutritivas.