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El síntoma temprano de esta enfermedad que puedes detectar mientras te duchas

Una mujer se ducha en España. Fuente: Canva.

elEconomista.es

La legionelosis, como bien todos sabemos, es una enfermedad que está producida por bacterias del género Legionella que se encuentran naturalmente en los ambientes de agua dulce, como lagos y arroyos. La relevancia de la misma viene dada por su habitual presentación en forme de brotes, tanto como comunitarios como nosocomiales.

Sorprendentemente, el número de casos de Legionella en España en el 2023 fue el más alto de toda su historia, duplicando la tasa de incidencia de hace 10 años, según un informe de vigilancia epidemiológica de legionelosis publicado por el Instituto de Salud Carlos III.

En profundidad

Estas bacterias pueden convertirse en una preocupación para la salud de las personas cuando se multiplican y propagan en los sistemas de agua sanitaria (fría o caliente) u otros sistemas que requieran de agua para su funcionamiento. Ahora bien, la enfermedad no se transmite entre personas y tampoco por el consumo de agua, más bien todo lo contrario.

La transmisión se produce a través de la inhalación de aerosoles que pueden llevar la bacteria. Debido a su adaptación, las bacterias de Legionella pueden llegar a invadir depósitos de agua de construcción artificial, como sistemas de agua potable, sistemas de refrigeración o piscinas, entre otros.

Síntomas

Más allá de eso, las personas contagiadas presentan síntomas parecidos a los de otro tipo de neumonía. Estos son algunos de los signos más frecuentes:

  • Fiebre.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolores musculares.
  • Dolores de cabeza.
  • Tos.

Algunas personas también experimentan otros síntomas como diarrea, náuseas y confusión. Aunque los efectos más visibles suelen aparecer entre 2 y 14 días después de la exposición de las bacterias, la realidad es que podrían tardar más tiempo, al igual que en otras enfermedades de infección de los pulmones.

Recomendaciones

Para su tratamiento requieren el uso de antibióticos durante 7 a 14 días. En los casos más graves se pueden administrar vía intravenosa. Ante este panorama, las recomendaciones generales son evitar el uso de filtros y accesorios innecesarios en las duchas y grifos, o extremar su limpieza en caso de tenerlos.

También es aconsejable usar difusores de gota gorda, sobre todo en duchas; purgar semanalmente los grifos con poco uso, dejando correr el agua unos cinco minutos, y eliminar las incrustaciones de cal mediante la aplicación de productos adecuados.