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El síntoma que más pasa desapercibido y que puede ser el inicio del desarrollo de párkinson
- La causa de esto no está vinculada con la duración ni con la gravedad de la afección
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elEconomista.es
La enfermedad de Parkinson es un trastorno del sistema nervioso que empeora con el paso del tiempo y cuyo síntomas se desarrollan de forma muy progresiva. Los primeros síntomas pueden ser un leve temblor apenas perceptible en una sola mano, en el pie o en la mandíbula, muchas veces puede acompañarse de otros como rigidez, disminución del movimiento o problemas del equilibrio, lo que podría aumentar el riesgo de caídas, tal y como recoge el portal Mayo Clinic.
Más allá de los característicos temblores, otro de los síntomas que muchas veces pasa desapercibido es la pérdida del olfato, el cual comienza a darse incluso antes de que comiencen a notarse otros síntomas de la enfermedad. Esto es lo que se conoce como hiposmia y una de las curiosidades es que cuando se les pregunta a los pacientes, muchos de ellos niegan la pérdida de este sentido.
Causa principal
El empeoramiento de la capacidad de oler no depende de aspectos como la duración de la enfermedad ni la severidad de otros síntomas, puesto que puede mantenerse estable a lo largo de los años e incluso ser más pronunciado en personas con síntomas leves que en otros con un deterioro más avanzado.
La causa principal por la que se cree que sucede esto es porque el párkinson podría no comenzar en la "sustancia negra", el área del cerebro donde ocurre la pérdida de neuronas dopaminérgicas —que producen y liberan dopamina—, sino más bien en el sistema gastrointestinal o bulbo olfatorio, una estructura que controla el sentido del olfato.
Factores de riesgo
Existen determinados factores de riesgo que podrían dar lugar al desarrollo de esta enfermedad, como:
- Edad. Generalmente, comienza a manifestarse a partir de los 50 años, aunque la edad promedio es alrededor de los 70 años. Puede presentarse en adultos jóvenes aunque es poco común.
- Genética. Si se tienen uno o más familiares de primer grado con esta enfermedad, como padre, madre o hermanos pueden incrementarse los riesgos.
- Sexo. Los hombres tienen una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad que las mujeres.
- Exposición a toxinas. Si se da una exposición continuada a herbicidas y pesticidas podría incrementarse ligeramente el riesgo de padecer esta enfermedad.
El párkinson no tiene cura a día de hoy, pero existen medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas y, en caso necesario, algunas personas podrían necesitar someterse a una cirugía. La mayoría de fármacos están orientados a mejorar los problemas al caminar, así como aquellos relacionados con el movimiento o los temblores.