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¿Qué es un ictus? Esta podría ser la causa principal del fallecimiento del papa Francisco

Imagen de archivo. | Fuente: Pexels

Arianna Villaescusa

El fallecimiento del papa Francisco a primera hora de este lunes ha conmocionado a todo el mundo tras varias semanas mostrando un afectado estado de salud. Aunque la Santa Sede pretende emitir un comunicado indicando la causa exacta de la muerte, por el momento, todo indica que podría haber sido un ictus o derrame cerebral, según recoge el medio italiano Corriere della Sera.

Un accidente cerebrovascular, ictus o derrame cerebral se produce cuando el flujo de sangre que llega al cerebro se ve interrumpido o se reduce, principalmente debido a coágulos o roturas de los vasos sanguíneos, lo que hace que el tejido cerebral deje de recibir suficiente oxígeno y nutrientes. Esto hace que sea una de las principales causas de incapacidad permanente en adultos, llegando a provocar graves secuelas, y la segunda causa de muerte.

Las causas

Cabe destacar que esta afección, aunque está estrechamente relacionada con el infarto cerebral, no son exactamente lo mismo. El ictus y la consecuente irrupción de la sangre al cerebro puede derivar en un infarto cerebral cuando cierta parte del cerebro "comienza a morir". Las causas que pueden dar lugar a un ictus son múltiples, destacando algunas como:

  • Vida sedentaria.
  • Sobrepeso.
  • Consumo de bebidas alcohólicas.
  • Tener hipertensión.
  • Presentar diabetes.
  • Colesterol elevado.
  • Antecedentes familiares.

Los ictus suelen darse de forma súbita, aunque de forma más poco frecuente, puede ir empeorando a lo largo de las horas. Generalmente, los síntomas de este son:

  • Adormecimiento de parte de la cara, brazo, pierna.
  • Confusión y/o dificultad para hablar.
  • Pérdida de equilibrio.
  • Problemas repentinos de visión.
  • Dolor agudo de cabeza sin causa aparente.

¿Cómo prevenirlo?

Una dieta variada y saludable es fundamental para evitar este tipo de afecciones, con el fin de evitar o reducir algunos factores de riesgo como el sobrepeso o el colesterol elevado, entre otros. También es muy recomendable llevar a cabo un control habitual de la tensión arterial de forma regular, especialmente en las personas con diabetes o que hayan sufrido un ictus en algún momento de su vida.