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Qué hay que hacer para limpiar los riñones: ocho trucos sencillos para mantenerlos sanos


elEconomista.es

Los riñones cumplen una función esencial en el cuerpo humano: filtran la sangre, eliminan toxinas, equilibran los niveles de líquidos y electrolitos, y contribuyen al control de la presión arterial. Cuidarlos es fundamental para mantener una buena salud general y evitar enfermedades renales que pueden afectar seriamente la calidad de vida. Afortunadamente, existen algunos hábitos sencillos que podemos incorporar a nuestra rutina para ayudar a mantener los riñones limpios y sanos. Estas recomendaciones están respaldadas por instituciones como la Fundación Nacional del Riñón y el Ministerio de Sanidad de España.

  1. Beber suficiente agua: Mantenerse bien hidratado es clave para que los riñones funcionen correctamente. El agua ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en la sangre y previene la formación de cálculos renales. Según el Ministerio de Sanidad, lo ideal es beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, aunque puede variar en función del clima y la actividad física.
  2. Reducir el consumo de sal: Ambos afectan el sistema circulatorio y aumentan el riesgo de enfermedades renales crónicas. Dejarlos o reducir su consumo es una forma directa de proteger los riñones.
  3. Limitar el consumo de proteínas animales: Las dietas ricas en carnes rojas pueden generar residuos metabólicos que los riñones deben eliminar. Según la Fundación Nacional del Riñón, una dieta equilibrada con más proteínas vegetales y menos animales es favorable para la salud renal.
  4. Evitar el uso prolongado de antiinflamatorios: Medicamentos como el ibuprofeno o el naproxeno pueden dañar los riñones si se consumen de forma prolongada o sin supervisión médica. Ante dolores crónicos, es recomendable buscar alternativas naturales o consultar con un especialista.
  5. Controlar la presión arterial y el azúcar: La hipertensión y la diabetes son las principales causas de insuficiencia renal. Mantener estos factores bajo control mediante dieta, ejercicio y medicación si es necesario, es clave para la prevención.
  6. Aumentar el consumo de frutas y verduras: Alimentos como los arándanos, las espinacas y las manzanas tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a proteger los riñones.
  7. Hacer ejercicio regularmente: La actividad física mejora la circulación sanguínea, ayuda a mantener un peso adecuado y favorece el funcionamiento renal.
  8. Evitar el tabaco y el alcohol en exceso: Ambos afectan el sistema circulatorio y aumentan el riesgo de enfermedades renales crónicas. Dejarlos o reducir su consumo es una forma directa de proteger los riñones.

A tener en cuenta

Aunque mantener buenos hábitos es clave para preservar la salud renal, es importante recordar que la genética también desempeña un papel relevante. Algunas personas pueden tener una predisposición hereditaria a desarrollar enfermedades renales, como la poliquistosis renal o ciertas formas de insuficiencia renal crónica. En estos casos, los riñones pueden deteriorarse a pesar de llevar un estilo de vida saludable. Por ello, si existe historial familiar de problemas renales, es recomendable realizar revisiones periódicas con análisis de sangre y orina para detectar cualquier anomalía de forma temprana. La detección precoz es vital para aplicar tratamientos preventivos que ayuden a ralentizar el avance de estas enfermedades.