Qué significa usar la gorra todos los días del año, según la psicología
- Es muy habitual ver a personas con este producto en sus cabezas por las calles, independientemente del país y de la época del año
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Raúl González Pérez
Las gorras han formado parte de la indumentaria humana durante siglos. Su historia, de hecho, se remonta a civilizaciones muy antiguas, donde se usaban para proteger la cabeza ante las altas y, por supuesto, las bajas temperaturas. No obstante, fue en la década de 1860 cuando las gorras, tal y como las conocemos en la actualidad, comenzaron a tomar forma.
En ese instante, los jugadores de beisbol adoptaron las gorras como parte de su uniforme para protegerse del sol mientras llenaban estadios. Desde ese preciso momento, las gorras se convirtieron en un elemento emblemático del deporte, según el portal especializado 'ShoppingInIbiza', y se popularizaron rápidamente entre el público en general.
Más detalles
A medida que el mundo de la moda y el estilo evolucionaban, las gorras trascendieron su función deportiva y se agregaron a diferentes subculturas. Es más, en la década de 1990 la relevancia de este producto se disparó por completo gracias al auge del hip-hop y la cultura streetwear.
Y ahora, es prácticamente imposible girar la cabeza en la calle y no encontrarte a una persona con ella puesta. De ahí que muchos españoles y españolas se pregunten el verdadero significado de llevarla. Pues bien, la psicología ha encontrado la respuesta.
Explicación
Según el Colegio de Psicólogos SJ, su empleo puede estar relacionado con aspectos como:
- Protección emocional. Puede ofrecer una sensación de seguridad o anonimato, actuando como una barrera simbólica entre el individuo y el entorno.
- Expresión de identidad. Puede reflejar la pertenencia a un grupo social, cultural o subcultural, como seguidores de géneros musicales, deportes...
- Estatus social. Puede ser un indicador social. Y es que las hay desde las más económicas hasta las de marca o fabricadas con piel.
Por si fuera poco, el uso cotidiano de la gorra podría estar relacionado con estados emocionales subyacentes. Por ejemplo, descuidar la imagen personal al no peinarse adecuadamente, sobre todo por las mañanas, o incluso dormir con la gorra puesta podrían ser señales de inseguridad.