Salud Bienestar

Síntomas del asma: ¿cómo diferenciarlo de otras enfermedades respiratorias?

  • Pueden confundirse con otras afecciones como la bronquitis, el enfisema, la EPOC o un resfriado común
  • Existen diferencias claves que pueden ayudar a distinguir el asma de otras condiciones
  • Saber diferenciar entre todas ellas es fundamental para recibir el tratamiento adecuado
Una mujer con asma toma Salbutamol (ventolín)

elEconomista.es

El asma es una de las enfermedades respiratorias crónicas más comunes a nivel mundial, y puede afectar a personas de cualquier edad. Sin embargo, sus síntomas pueden confundirse fácilmente con otras afecciones respiratorias, como la bronquitis, el enfisema, la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) o incluso infecciones virales como el resfriado común.

Aprender a identificar los síntomas específicos del asma y diferenciarlos de otras enfermedades es fundamental para recibir el tratamiento adecuado y mantener unos buenos hábitos y prácticas que prevengan o alivien los ataques. Para ello, vamos a explicar qué es el asma, sus causas, síntomas y cómo distinguirlo de otros problemas respiratorios.

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias. Estas vías, que llevan el aire hacia los pulmones, se inflaman y se estrechan en personas asmáticas, lo que causa dificultad para respirar.

Esta inflamación hace que las vías respiratorias sean extremadamente sensibles a ciertos desencadenantes o estímulos, lo que a su vez provoca una reacción exagerada del sistema respiratorio conocida como "crisis asmática". Durante estas crisis, las vías respiratorias se contraen y se produce un exceso de mucosidad, dificultando aún más el paso del aire.

El asma es una condición a largo plazo que no tiene cura, pero puede ser controlada con un tratamiento adecuado. Es importante notar que los síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia de una persona a otra. Algunas personas pueden experimentar síntomas leves ocasionalmente, mientras que otras pueden enfrentar crisis asmáticas más graves y frecuentes.

Causas del asma

Aunque no se conocen todas las causas del asma, existen ciertos factores de riesgo y desencadenantes que pueden influir en su aparición o empeorar los síntomas en personas ya diagnosticadas. Las causas principales incluyen:

  • Factores genéticos: El asma tiene un componente genético, lo que significa que es más probable desarrollarla si uno o ambos padres también la tienen. Sin embargo, la predisposición genética no garantiza el desarrollo de la enfermedad.
  • Alergias: Las personas con alergias son más propensas a tener asma, ya que ambas condiciones están relacionadas con una respuesta exagerada del sistema inmunológico. Alérgenos como el polen, el polvo, los ácaros y el moho pueden desencadenar síntomas asmáticos.
  • Infecciones respiratorias: Algunas infecciones virales, especialmente en la infancia, pueden dañar las vías respiratorias y contribuir al desarrollo del asma en personas susceptibles.
  • Factores ambientales: La exposición a la contaminación del aire, el humo del tabaco y ciertos productos químicos también puede aumentar el riesgo de desarrollar asma o empeorar sus síntomas.
  • Ejercicio y estrés: El ejercicio físico intenso y el estrés emocional son factores desencadenantes comunes de crisis asmáticas en muchas personas con asma.
  • Condiciones climáticas: Cambios bruscos de temperatura y el clima húmedo también son desencadenantes frecuentes para los pacientes asmáticos.

Síntomas del asma

Los síntomas del asma pueden variar de leves a graves y suelen aparecer de forma intermitente, especialmente después de la exposición a los desencadenantes. Algunos de los síntomas más comunes son:

  • Dificultad para respirar: Este es uno de los síntomas más característicos del asma. Durante una crisis, la persona puede sentir que el aire no llega adecuadamente a los pulmones.
  • Sibilancias: Son sonidos agudos o silbidos que se producen durante la respiración, generalmente al exhalar. Este síntoma es una señal clara de obstrucción en las vías respiratorias.
  • Opresión en el pecho: Muchas personas con asma sienten una presión o incomodidad en el pecho, que puede ser leve o severa durante una crisis asmática.
  • Tos persistente: Aunque la tos es común en varias enfermedades respiratorias, en el caso del asma, suele ser seca y aparece sobre todo en las noches o temprano en la mañana.
  • Fatiga: La dificultad para respirar y la falta de oxígeno pueden llevar a un cansancio extremo, especialmente después de una crisis asmática.

Es importante destacar que estos síntomas pueden aparecer de manera intermitente, y su intensidad puede variar considerablemente. En algunos casos, los síntomas se agravan durante la noche, lo que puede interrumpir el sueño y afectar la calidad de vida.

Diferencias entre el asma y otras enfermedades respiratorias

Aunque algunos síntomas del asma son comunes en otras enfermedades respiratorias, existen diferencias claves que pueden ayudar a distinguir el asma de otras condiciones. A continuación, se exploran algunas de estas diferencias.

  1. Asma vs. Bronquitis: La bronquitis puede presentar síntomas similares, como tos y dificultad para respirar. Sin embargo, la bronquitis aguda suele estar causada por infecciones virales y es temporal. En cambio, el asma es una enfermedad crónica que puede persistir durante toda la vida. Además, en la bronquitis, la tos es generalmente productiva (con mucosidad), mientras que en el asma suele ser seca.
  2. Asma vs. EPOC: La EPOC incluye enfermedades como la bronquitis crónica y el enfisema, y afecta principalmente a personas mayores, especialmente a fumadores. Aunque la EPOC y el asma comparten síntomas como la falta de aliento y la opresión en el pecho, la EPOC es una condición progresiva y permanente que no mejora con medicación en la misma medida que el asma. Además, la EPOC tiende a causar una tos productiva constante, mientras que en el asma la tos es más intermitente.
  3. Asma vs. Neumonía: La neumonía es una infección de los pulmones que causa fiebre, escalofríos y dificultad para respirar, junto con una tos productiva. A diferencia del asma, la neumonía suele tener un inicio repentino, y sus síntomas no fluctúan de la misma manera que en el asma. Además, la fiebre es un síntoma típico de infecciones respiratorias como la neumonía, pero no es un síntoma común en el asma.
  4. Asma vs. Resfriado común: Aunque el resfriado puede provocar síntomas de congestión y tos, generalmente estos desaparecen en una o dos semanas. El asma, en cambio, persiste a lo largo del tiempo y sus síntomas pueden empeorar con la exposición a desencadenantes. Además, el resfriado no suele causar sibilancias ni opresión en el pecho, que son característicos del asma.
  5. Asma vs. Alergias: Las alergias respiratorias pueden compartir síntomas con el asma, como estornudos, congestión nasal y dificultad para respirar. Sin embargo, en las alergias, los síntomas suelen centrarse más en los ojos, la nariz y la garganta. En el asma, la afectación es más profunda, concentrada en las vías respiratorias de los pulmones.