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El sencillo truco de la OCU para llevar tortilla de patata a la playa y prevenir la salmonelosis: "Esto garantiza que cualquier bacteria presente en los ingredientes sea eliminada"

Tortilla de patatas | Firma: iStock

elEconomista.es

Llevar tortilla de patata a la playa es una opción popular y deliciosa, pero también puede ser arriesgada si no se toman las precauciones adecuadas para prevenir la salmonelosis, una infección causada por la bacteria Salmonella. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha compartido un sencillo truco para disfrutar de este plato típico de manera segura: cuajar bien las tortillas y mantenerlas en refrigeración hasta su consumo, si no es inmediato. Este método simple y eficaz puede hacer una gran diferencia en la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos.

Cuajar bien la tortilla significa asegurarse de que los huevos estén completamente cocidos. La Salmonella es una bacteria que puede estar presente en los huevos crudos o poco cocidos, y cocinarlos adecuadamente elimina el riesgo de infección. Para lograr esto, es importante cocinar la tortilla a una temperatura interna de al menos 70 grados. Esto garantiza que cualquier bacteria presente en los ingredientes sea eliminada.

Un truco adicional es darle la vuelta a la tortilla varias veces durante la cocción para asegurar que se cocine de manera uniforme. Si prefieres una tortilla más jugosa, considera cuajarla un poco más de lo habitual cuando la vayas a llevar a la playa, para asegurarte de que está completamente cocida o emplear huevo pasteurizado.

Una vez cocida, la tortilla debe ser refrigerada lo antes posible si no se va a consumir de inmediato. La OCU recomienda no dejar la tortilla a temperatura ambiente por más de dos horas, ya que el calor puede favorecer el crecimiento de bacterias. Colocar la tortilla en un recipiente hermético y guardarla en el refrigerador es fundamental. Este paso es crucial para mantenerla a una temperatura segura y evitar la proliferación de Salmonella.

Si planeas llevar la tortilla a la playa, utiliza una nevera portátil con suficientes acumuladores de frío. Coloca los acumuladores tanto en la parte superior como en la inferior de la nevera para asegurar un enfriamiento uniforme. Además, mantén la nevera cerrada la mayor parte del tiempo para conservar la temperatura interna.

Cuando estés listo para consumir la tortilla en la playa, sácala de la nevera solo en el momento de su consumo. Si sobra tortilla después de comer, vuelve a guardarla en la nevera portátil inmediatamente. Es importante minimizar el tiempo que la tortilla pasa fuera de la nevera para evitar que alcance temperaturas en las que las bacterias puedan crecer.