Salud Bienestar

Aumentan los casos de ictus: síntomas y cómo reducir el riesgo

  • Como afecta al cerebro el tiempo de respuesta es primordial
  • Existen varios factores de riesgo que afectan las posibilidades de tener un ictus 
  • Por norma general, una vida sana y una dieta equilibrada ayudan a prevenirlo
Un ictus es la alteración de la circulación de la sangre en el cerebro, debido a el taponamiento o rotura de una arteria cerebral.

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Un ictus es la alteración de la circulación de la sangre en el cerebro, debido a el taponamiento o rotura de una arteria cerebral. El tiempo de respuesta es primordial ya que afecta al cerebro y puede poner en peligro las funciones cognitivas, motoras y sensitivas.

Cada minuto que pasa se mueren dos millones de neuronas, por lo que la rapidez en la atención médica puede determinar el grado de discapacidad que cause la enfermedad.

Según la Fundació Ictus el Ictus es la segunda causa de mortalidad en el mundo desarrollado y, es más, una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida.

¿Qué aumenta el riesgo de padecer un ictus?

En el caso del ictus existen varios factores de riesgo que lesionan los vasos sanguíneos y predisponen a la persona a desarrollar una enfermedad vascular. Estos factores de riesgo pueden presentarse de manera aislada o existir varios de ellos en la misma persona, lo que aumenta las posibilidades de sufrir un ictus.

Existen una serie de factores de riesgo que afectan las posibilidades de tener un ictus. Entre ellos se encuentran:

  • Hipertensión
  • Colesterol
  • Diabetes
  • Tabaquismo
  • Obesidad
  • Sedentarismo
  • Consumo de alcohol y drogas
  • Edad
  • Etnia
  • Factores genéticos

¿Qué se puede hacer para prevenir el ictus?

En gran medida el ictus se considera una enfermedad evitable. Es importante que la persona conozca los factores de riesgo arriba mencionados, para en el caso de padecer alguno de ellos tener un plan terapéutico que le permita prevenir el ictus, especialmente si padece más de uno de los factores de riesgo.

Según los estándares de la organización europea Stroke Alliance for Europe (SAFE) existen una serie de medidas que pueden ayudarnos a prevenir el ictus:

  1. Evitar el estrés
  2. Tomarse regularmente el pulso
  3. Controlar el consumo de azúcar
  4. Controlar el peso
  5. No fumar
  6. Moderar el consumo de alcohol
  7. Vigilar el colesterol
  8. Reducir la presión arterial
  9. Llevar una dieta equilibrada

Básicamente para prevenir el ictus se recomienda intentar llevar una vida lo más saludable y equilibrada posible. Es importante mencionar que, aunque se considere una enfermedad evitable, cada persona es diferente.

¿Cuáles son los síntomas de un ictus?

Detectar que una persona le está dando un ictus es primordial para acudir al hospital cuanto antes, ya que esto determinará su posible discapacidad futura.

Los primeros síntomas están relacionados con la visión y la comunicación, es decir, la alteración de la visión, la pérdida de fuerza y problemas para comunicarse son algunos de los síntomas que primero aparecen cuando a una persona le está dando un ictus.

Un ictus es una enfermedad que aparece de manera repentina y en la cual el flujo sanguíneo de repente se bloquea en una parte del cerebro y no llega suficiente oxígeno. Esto provoca que la persona presente una serie de síntomas que variaran dependiendo de la parte del cerebro que se esté viendo afectada.

Algunos de estos síntomas son:

  • Desequilibrio
  • Alteración de la visión
  • Pérdida de fuerza
  • Problemas para comunicarse
  • Dolor de cabeza

El origen del ictus y el tiempo de respuesta determinaran el tratamiento que deberá recibir el paciente. Las secuelas también dependen del tiempo de respuesta y pueden aparecer en diversos aspectos como cambios en el comportamiento, problemas para comunicarse, disfagia, perdida de equilibro, fatiga, problemas con el gusto y el olfato, problemas de movilidad, etc. siempre dependerá de la función del cerebro que se haya visto afectada.