Salud Bienestar
Síntomas del Síndrome de Sjögren: qué es, causas y tratamiento de la enfermedad
- Ataca principalmente a los ojos y la boca, aunque también tiene otros síntomas
- Al tratarse de un trastorno autoinmunitario, el cuerpo ataca por error los tejidos sanos
- No tiene cura y su tratamiento pretende aliviar los síntomas y evitar complicaciones
elEconomista.es
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune y sistémica en la cual el sistema inmunitario del cuerpo reacciona contra su propio organismo afectando a las glándulas exocrinas, lo que provoca sequedad en ojos y bocas.
¿Qué es el síndrome de Sjögren?
El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmunitario crónico que sucede cuando nuestro sistema inmunitario ataca las glándulas que producen humedad en los ojos y la boca.
Las glándulas afectadas durante este trastorno son las responsables de producir líquidos como la saliva, las lágrimas, las secreciones mucosas y los líquidos que hidratan, lubrican y suavizan partes del organismo que están en contacto con el exterior.
Esta enfermedad puede darse en cualquier persona y edad, pero la gran mayoría se produce en mujeres de entre 40 y 50 años.
¿Cómo comienza el síndrome de Sjögren?
El síndrome de Sjögren es una enfermedad con un progreso muy lento, lo que provoca que el diagnóstico pueda tardar años en darse.
Los pacientes pueden parecer resequedad en la boca que les acaba produciendo úlceras bucales, deterioro de los dientes e inflamación de las encías.
En otros pacientes los síntomas podrían empezar en los ojos, teniendo una sensación de ojos secos, arenilla o sentirse muy sensibles a la luz.
¿Qué provoca el síndrome de Sjögren?
En la actualidad se desconocen las causas del síndrome de Sjögren. Al tratarse de un trastorno autoinmunitario, el cuerpo ataca por error los tejidos sanos.
Los científicos no están seguros, algunos afirman que algunos genes pueden provocar mayor riesgo de padecer el trastorno, otros en cambio, afirman que se necesita un mecanismo detonante como una infección de un virus concreto.
El síndrome se puede producir de forma secundaria en aquellas personas que padecen otra enfermedad reumática como artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico o esclerodermia. La hepatitis C puede afectar a las glándulas y acabar padeciendo el síndrome de Sjögren.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Sjögren?
La enfermedad de Sjögren cuenta con una amplia variedad de síntomas por lo que se puede manifestar de diversas maneras entre todos los pacientes, lo que dificulta su diagnóstico.
Los síntomas principales son sequedad en los ojos y la boca, pero al tratarse de una enfermedad sistémica, puede afectar a otras partes del cuerpo. Los síntomas del síndrome de Sjögren variarán de una persona a otra y de la gravedad de la enfermedad que tenga el paciente.
- Ojos secos: en estos casos el paciente tiene visión borrosa o sensibilidad a la luz y suelen sentir picazón e irritación en los párpados. La sensación en los ojos es como cuando tenemos arena.
- Boca seca: en estos casos se presentan problemas para tragar, hablar y saborear. Además de infecciones bucales.
- Fatiga
- Dolor en las articulaciones
- Dificultad para dormir
- Sequedad en la piel y la garganta
- Hormigueo en los brazos y piernas
- Erupciones en la piel
- Dificultad para respirar
¿Cuál es el mejor tratamiento para el síndrome de Sjögren?
Como hemos comentado con anterioridad, la variedad de síntomas y manifestaciones que presenta el síndrome de Sjögren provoca que esta enfermedad no se evalúe en su conjunto sino de manera individual.
Cabe mencionar que no existe una única prueba que diagnostique el síndrome, los médicos deberán de evaluar una combinación de factores para poder determinar si el paciente sufre del síndrome de Sjögren. Entre ellos está la evaluación de los síntomas, la historia clínica, un examen físico y unas determinadas pruebas diagnósticas y de laboratorio.
El síndrome de Sjögren no tiene cura por lo que el tratamiento pretende aliviar los síntomas y evitar complicaciones.
De esta manera, un equipo médico trabajará junto con el paciente para ofrecerle medidas para aliviar la sintomatología seca y mejorar su calidad de vida. Existen varios sustitutivos de la saliva, así como lágrimas artificiales para disminuir la sequedad, además de geles y colutorios.