El CNIO tiene el 6,45% de una firma en pérdidas creada por su directora general
- Telomere Therapeutics ha registrado números rojos de 1,56 millones entre 2020 y 2023
- El Centro de Investigaciones Oncológicas se encuentra en una situación financiera complicada
Javier Romera
Madrid,
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) tiene desde noviembre de 2020 una participación del 6,45% en una empresa creada por su directora general, María Blasco. Se trata de Telomere Therapeutics, una firma en la que Blasco tiene un 10%.
El principal accionista de la firma es el fondo Invivo Ventures, con un 50,9% de las acciones; el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), un organismo dependiente del ministerio de Ciencia, participa con un 10,5% a través de la sociedad Innvierte Economía Sostenible y Fàtima Bosch, socia de Blasco y catedrática de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Barcelona, tiene otro 10,5%. Telomere Therapeutics cuenta con activos valorados en 4,46 millones de euros y tiene un patrimonio neto de 3 millones. Aunque según los datos del Registro Mercantil recogidos por Informa, desde su constitución no ha tenido ingresos, acumula pérdidas en los tres últimos años de 1,56 millones de euros antes de impuestos.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico, esta no es la primera vez que el CNIO entra en una sociedad impulsada por alguno de sus empleados con el objetivo de que pueda desarrollarse una determinada investigación. El hecho es que el centro, de carácter público, facilita el desarrollo con el capital necesario y el investigador responsable -en este caso Blasco- obtiene después un beneficio económico a través de una sociedad mercantil.
La compañía de Blasco no tiene una relación directa con el cáncer. Se basa en la investigación de medicamentos sobre una región de secuencias repetitivas de ADN en el extremo de un cromosoma, conocidas como telómeros. En la actualidad, según versa la página web de la empresa, aún no disponen de una molécula que haya llegado siquiera a la fase clínica (ensayos en humanos) del proceso y el único proyecto de medicamento que está avanzando en la fase preclínica está previsto que se use para la fibrosis pulmonar idiopática, "una enfermedad crónica que afecta a ambos pulmones de forma difusa y que se caracteriza por una cicatrización progresiva (fibrosis) que hace que el pulmón pierda flexibilidad, y se deteriore su funcionamiento a lo largo del tiempo", según la Clínica Universidad de Navarra.
La firma de Blasco tiene el ojo puesto en otros tres proyectos farmacológicos, pero aún no tienen claro cuál puede ser la diana terapéutica más clara para ellos. Teniendo en cuenta el tiempo de desarrollo medio de un medicamentos, las grandes compañías tardan entre diez y doce años en lanzar un producto al mercado, lo que implica que Telomere Therapeutics no tendría ingresos por ventas esta década, como mínimo. La compañía empezó a formar parte de Asebio (la patronal de empresas biotecnológicas en España), el año pasado. De hecho, en septiembre, Ana Margarita Maldonado, CMC & Regulatory Manager de Telomere Therapeutics, concedía una entrevista para la asociación donde aseguraba que "uno de los desafíos más significativos que enfrenta el sector de la biotecnología, especialmente las pequeñas empresas de biotecnología, es el acceso a la financiación".
Financiación
Según explicaba, "conseguir financiación adecuada para apoyar la investigación, el desarrollo y la comercialización puede ser un obstáculo importante", insistiendo en que "esto es especialmente cierto para las empresas en etapas iniciales como la nuestra". En esa misma línea, aseguraba también que "para nuestra empresa, un desafío clave es ampliar las operaciones. A medida que pasamos de la investigación y el desarrollo a la comercialización, necesitaremos establecer procesos de fabricación eficientes y esto puede representar un esfuerzo muy intensivo en capital".
El CNIO atraviesa una situación financiera complicada, con unos números rojos en el último ejercicio con cuentas publicadas, el correspondiente al año 2023 de 2,39 millones de euros, pero María Blasco ha eludido cualquier tipo de responsabilidad al respecto.
La directora general del organismo ha enviado una carta al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, en la que solicita una reunión para explicarle la puesta en marcha de lo que, en su opinión, es "una campaña de desinformación" contra ella. Blasco recuerda que, según los estatutos del CNIO, "soy la directora científica, pero no la responsable de las cuentas". "La ciencia no es ni de izquierdas ni de derechas, es un bien común esencial para cualquier democracia. Y es además el camino más certero para avanzar hacia un futuro mejor", concluye la responsable del organismo.