Salud Bienestar
Los médicos señalan al diagnóstico precoz como la clave en la lucha contra el cáncer
- Los hospitales españoles cuentan con múltiples pruebas de detección, aunque no se usan lo suficiente
Rocío Antolín , Alicia Sánchez Romero
En 2030 se diagnosticarán 333.000 nuevos casos de cáncer en España. Es decir, uno de cada dos hombres padecerán esta enfermedad a lo largo de su vida. Detectar los distintos tumores de manera temprana, y así tratarlos lo antes posible, mejora las tasas de supervivencia y evita tratamientos agresivos. Esta es la conclusión a la que han llegado los expertos reunidos durante la quinta edición de la 'Jornada Empresarial: Prevención en la salud masculina', organizada por MD Anderson Cancer Center Madrid- Hospiten y elEconomista.es.
En 2024 se estima que se diagnostiquen aproximadamente 45.000 nuevos tumores de colon. Este es el más diagnosticado, según el jefe de Servicio de Tumores Digestivos de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, el doctor José Ignacio Martín Valadés. Aunque el gold standard para su detección es la colonoscopia, en el screening de la población general se utiliza el test de sangre oculta en heces (TSOH). "Es una prueba sencilla, común y no invasiva. Solo requiere de una muestra de heces", explica Martín Valadés. "Su validez también reside en que es necesario repetirla al menos cada dos años", agrega.
La recomendación es llevarla a cabo en pacientes de entre 50 y 69 años. No obstante, los expertos piensan que habría que aumentar el rango de edad, al ser una enfermedad asociada al envejecimiento. "Hay algunas sociedades que recomiendan adelantarlo a los 45 años", dice.
Además, un tipo de cáncer muy común entre los hombres son los urológicos. He aquí algunos datos: un cuarto de millón de españoles ha sido diagnosticado o tratado de un tumor de próstata. También, 22.000 hombres padecen cáncer de vejiga cada año y 10.000 de riñón, según cuenta el jefe de Servicio de Cirugía Urológica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, el doctor Carlos Núñez. Para su detección se usa una prueba del antígeno prostático específico (PSA).
También se pide una ecografía para descartar el cáncer de riñón. "Este es el motivo de que se estén diagnosticando muchos precozmente. Y de vejiga también", afirma Núñez. Los especialistas coinciden en la multiplicidad de pruebas de diagnóstico precoz, sin embargo, "el porcentaje de adhesión a las mismas no es adecuado para obtener los mejores resultados", apunta Martín.
No hay una única razón que explique el cáncer. En el tumor testicular, el origen puede ser un testículo no descendido, mientras que en el de vejiga y riñón, el tabaco se encuentra en la cúspide de los motivos, según explica Carlos Núñez. Además, en el cáncer de próstata se ha visto que, en un 10% de los casos, está ligado al parentesco. También la raza negra y las personas con obesidad tienen más posibilidades de padecerlo.
De igual importancia, los médicos alertan de que cada vez hay más casos de cáncer de colon en los jóvenes. "Aunque no conocemos las causas exactas y pueda ser multifactorial, podría relacionarse con factores ambientales: exceso consumo de bebidas azucaradas, dietas hipercalóricas, ejercicio físico limitado y malos hábitos que llevan a padecer obesidad, que es un importante factor de riesgo para este tipo de tumores", expone José Ignacio Martín.
En este sentido, llaman a adelantarse a los síntomas y a diagnosticar de manera temprana los tumores. "Hay que anticiparse porque cuando vemos las señales ya es tarde y hay que usar técnicas exhaustivas", afirma el jefe de Servicio de Cirugía Urológica. Asimismo, el manual de síntomas es distinto para cada tumor. Por ejemplo, "el cáncer de riñón no da señales al principio y, cuando aparecen, ya está avanzado", explica Carlos Núñez.
"El paciente debe acudir al médico ante cualquier cambio brusco en la manera de orinar, si se levanta muchas veces por la noche para ir al baño, tiene problemas obstructivos y si aparece sangre en la orina", agrega. Respecto al cáncer de colon, aunque "muchos de los síntomas son inespecíficos", según el jefe de Servicio de Tumores Digestivos, "hay que consultar al médico ante algunos síntomas como dolor abdominal de larga evolución, alteración intestinal o heces con sangre".
Avances en tratamientos
Por otra parte, al igual que en el diagnóstico, también se han producido avances en el tratamiento del cáncer. José Ignacio Martín apunta que "la integración de la quimioterapia con la radioterapia puede hacer que desaparezcan algunos tumores de recto sin tener que pasar por cirugía".
De esta forma, las nuevas tecnologías han dado una vuelta de tuerca la manera de operar los tumores. Si hay que intervenir, ahora se evitan cirugías abiertas y se opta por aquellas mínimamente invasivas. Además, cada vez se usa más cirugía robótica, como el robot Da Vinci.
Según Carlos Núñez, la urología es de las especialidades más tecnológicas en el quirófano. "Tenemos tratamientos a través de orificios naturales", dice, para añadir que también se usan terapias focales.Por su lado, el responsable del Servicio de Nutrición Clínica y Dietética de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, Pedro Robledo, dice que, así como se consulta a los médicos cuando se padece un problema de salud, también es preciso acudir al nutricionista. Y es que la dieta es un factor más para que un tratamiento tenga éxito.
"Si llevamos una buena alimentación, la incidencia de algunos tumores puede disminuir", afirma. Además, hay varios alimentos que pueden reducir las toxicidades de los medicamentos. "Podemos manipular la dieta antes de comenzar la terapia adecuando alimentos para disminuir la toxicidad", apunta el responsable del Servicio de Nutrición Clínica y Dietética. Para ello, se ha de tener en cuenta también la mochila que aportan los pacientes con otras patologías que afectan a su alimentación, como es la hipertensión, diabetes tipo 2 u obesidad.
Asimismo, un diagnóstico de estas características también afecta a la salud sexual de los pacientes. "Cualquier tratamiento sobre la pelvis, ya sea radiación o cirugía, puede dañar los nervios que llevan a la erección", explica el doctor Carlos Núñez, aclarando que, por tanto, es "un problema neurológico". En este sentido, el impacto psicoemocional de la disfunción eréctil es "muy importante" en el paciente y constituye "un tabú" en la consulta del médico. Con todo, el experto insta a acudir a un especialista porque, de lo contrario, se produce "un bloqueo psicológico" que podría derivar incluso en conflictos familiares.
Para evitar estas consecuencias, el doctor anima a "adecuar las expectativas", esto es, asumir que la vida sexual cambiará después de la operación, y aceptar que "no se pierde la virilidad". Por otro lado, en caso necesario, es posible usar fármacos orales que potencien las respuestas de las arterias de los nervios.
En estos mismos términos se expresa la psicooncóloga del hospital, Maribel González, que afirma que también afecta a la autoestima. Si la primera preocupación tras un diagnóstico es la percepción de amenaza vital, posteriormente, a la hora de afrontar los tratamientos y sus consecuencias, las principales inquietudes son la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria. En este punto, la experta llama a "abrir el diálogo" en pareja, porque la evitación de la circunstancia provoca "distancia".
También afecta al sueño
Más allá de la salud sexual, el cáncer también se relaciona de forma directamente proporcional con el sueño, siendo una posible causa del desarrollo de tumores y también un problema para los pacientes, que suelen sufrir insomnio.
De hecho, las últimas guías europeas ya consideran a las neoplasias como una consecuencia de la alteración de los ritmos circadianos. En cuanto a cómo afecta a los pacientes, según el jefe del Servicio de Neurofisiología Clínica de Hospiten, Txomin Navajas, lo más frecuente es que sufran "insomnio mixto", causado tanto por la carga mental de la enfermedad como por los problemas físicos de la misma. "Estos pacientes se despiertan de noche por el dolor, ya que, en esas horas es mucho más agudo", detalla.
Además, dormir mal puede influir en el desarrollo de demencias, Parkinson, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. "El sueño afecta a todos los órganos y nunca se le ha dado la importancia necesaria", expresa. Además, recalca que, para gozar de buena salud, el ser humano debe pasar "el 33% de su vida durmiendo".