Salud Bienestar

La Comisión Europea desarrollará una ley para acabar con la falta de antibióticos en la UE

  • Tras la petición de tres diputados españoles, Von der Leyen promete actuar en 2024
  • Antes de finales de año se realizará un informe sobre los fármacos que están más afectados
Extracto de la carta de Ursula Von der Leyen a los eurodiputados españoles.

Javier Ruiz-Tagle
Madrid,

La presión de tres eurodiputados españoles cambia las previsiones de la Comisión Europea en torno a una legislación que acabe con los desabastecimientos de los medicamentos críticos, circunstancia que se ha agravado tras la pandemia. Han sido Dolors Montserrat (PP), Susana Solís (C`s) y Nicolás González (PSOE) los que tras enviar una carta advirtiendo de la problemática han conseguido de Ursula Von der Leyen una promesa en forma de ley a las preocupaciones manifestadas.

Los diputados españoles solicitaban acciones para fortalecer la fabricación comunitaria (algo que ya estaba recogida en la Estrategia Europea Farmacéutica que ultima su recorrido legislativo) y controles para que no se produzcan más situaciones como las que vive hoy España con el antibiótico amoxicilina, por poner un ejemplo. Von der Leyen les ha contestado que se va a poner en marcha un informe sobre la situación de estos fármacos esenciales que podrá dar paso a una Ley sobre Medicamentos Críticos a lo largo de 2024.


Al unísono, la Comisión Europea también preparará una alianza con los actores industriales que operan en el Viejo Continente para la diversificación las cadenas de suministro y la producción de medicamentos críticos. El primer aspecto es importante por el momento coyuntural que se vive, aún lastrado por la pandemia y, sobre todo, afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania, que ya supera el año y medio. Estos acuerdos de fabricación también espera Von der Leyen que se entrenen a lo largo del año que viene.


Uno de los problemas que arrastran históricamente estos medicamentos críticos es el precio. Se trata de moléculas antiguas pero muy necesarias que por el paso del tiempo su precio se ha deteriorado. Esto propició, entre otras cosas, que gran parte de la fabricación de los mismos se trasladara al sudeste asiático, donde los costes son mucho menores que en Europa. Por tanto, parte de la solución es tener unos precios acordes a los costes del continente para mantener una ligera rentabilidad de estos fármacos considerados estratégicos.


Pero también existe un problema de futuro respecto a estas fábricas. Además del coste de producción, estas plantas son bastante contaminantes porque actúan con fármacos de síntesis química. Traer las instalaciones a Europa puede chocar con el Green Deal que se trata de conseguir en el Viejo Continente.
Si a los actores industriales les piden que adapten esas fábricas para que sean menos contaminantes, también la inversión que tendrán que hacer es mayor, algo que puede desincentivar si no hay ayudas.