Cómo combatir las alergias oculares que afectan al 30% de la población española
- Los principales síntomas son alergias nasales, picazón, congestión y estornudos
Ana Sánchez
La llegada de la primavera trae consigo una multitud de alergias, entre las que figuran las oculares. En los últimos años, este tipo de alergias han experimentado un crecimiento de diez puntos y ya afectan al 30% de la población española, es decir, a catorce millones. Este tipo de alergias se caracterizan por ser procesos inflamatorios de origen inmunológico de la superficie ocular, con un espectro clínico que varía desde la conjuntivitis alérgica (estacionales o perennes) hasta la queratoconjuntivitis atópica.
La patología suele transcurrir de forma leve en la mayor parte de los casos. Según ha explicado José Manuel Benítez, director de la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea (SESOC), en el marco del XX Congreso de la SECOC, "las más habituales son las conjuntivitis alérgicas estacionales que, en la mayor parte de los casos, son leves. Hay hasta un 10% de pacientes con alergias oculares que presentan formas más graves, como la queratoconjuntivitis vernal o atópica, que pueden provocar graves trastornos y comprometer la visión".
Algunos de los síntomas más frecuentes de estas alergias oculares son picor, congestión, estornudos, enrojecimiento y escozor, que habitualmente se asocian con rinitis alérgica y otras manifestaciones clínicas. Según la Academia Americana de Oftalmología, los alérgenos en el aire, tanto en lugares cerrados como al aire libre, provocan muchas alergias en los ojos. Entre los principales alérgenos se incluyen el polen del césped, los árboles y la ambrosía, el polvo, el moho o el humo. Ante unos síntomas de alergia continuados, los expertos recuerdan la importancia de acudir al médico.
Los expertos en oftalmología recalcan que, en caso de ser alérgico al polen, es importante evitar estar al aire libre cuando la concentración de polen esté en su punto más alto, que suele ser a mitad de mañana y al atardecer. Otra de las recomendaciones es evitar estar en los exteriores en épocas muy ventosas y de mucho calor, ya que se moviliza más el polen. En caso de estar al aire libre, las gafas de vista y las de sol pueden ser buenas aliadas para evitar que entre el polen en los ojos.
El mantenimiento de las ventanas cerradas también ayuda a disminuir la exposición al polen y a otros irritantes en los interiores. A su vez, es recomendable no usar ventiladores de ventana, ya que suelen movilizar polen y otros alérgenos de la calle. Los expertos en alergología y oftalmología consideran clave la cooperación entre ambas disciplinas para la expansión de las alergias oculares y optimizar su detección y manejo terapéutico.
El aumento de casos de alergias oculares se debe a mayores susceptibilidades inmunogenéticas, exposiciones alergénicas y complejidades medioambientales. "Nuestros hábitos de vida actuales, la mayor contaminación ambiental y el predominio de un modo de vida en burbuja, que evita la exposición habitual a algunos alérgenos, están impulsando las alergias oculares, que son más frecuentes en el entorno urbano y que afectan principalmente a adultos en edad laboral pero que tienen también una repercusión significativa en niños", resalta el presidente de la Sesoc.
Niveles de polen esta primavera
Si se hace un análisis de los niveles ambientales de pólenes atendiendo a su tipología, se observa que las mayores alertas vienen de la mano de las cupresaceas (arizónicas, cipreses, tuyas o enebros). Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el polen de estas plantas alcanza los niveles altos (135 granos/metro cúbico) en el centro de la península y en casi la totalidad del sur, afectando también a la Comunidad Valenciana y a Cataluña. El polen de estas plantas es el más abundante en invierno y el único que causa alergias en dicha estación.
Los niveles de polen de las urticáceas, una familia de plantas predominantemente herbáceas, también son altos. "La primavera en el centro peninsular será variable en cuanto a la concentración de gramíneas, oscilando entre los 1.000 granos/m3 de Teruel y Cuenca, los 6.000 granos/m3 de Toledo y los 4000 granos/m3 de Madrid", explicaba el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC.