Salud Bienestar

Los fisios se apoyan en la alta tecnología para acelerar los procesos de recuperación de los pacientes

  • La metodología más novedosa y más potente en la actualidad es la bomba diamagnética

Ana Sánchez

La fisioterapia es una disciplina de la salud que nace con el objetivo de mejorar y recuperar las funciones motoras, maximizar el movimiento, aliviar procesos dolorosos y tratar y prevenir alteraciones físicas asociadas a dolencias o lesiones en los pacientes. Aunque las principales herramientas de trabajo de los fisioterapeutas continúen siendo las manos, en los últimos años están empezando a combinar las terapias manuales con la alta tecnología para acelerar los procesos de recuperación de los pacientes.

La parte manual va implícita a la profesión del fisioterapeuta, pero la tecnología es un complemento ideal que permite llegar a lugares donde la mano no llega. Por esta razón, muchas clínicas, como la Clínica Vila Parc (Ibiza), ya han equipado se unidad de fisioterapia con las máquinas tecnológicamente más avanzadas del mercado.

Los ejercicios terapéuticos que complementan la terapia manual con los equipos tecnológicos de última generación potencian una recuperación más rápida y eficaz en todas las patologías. "Todas las patologías se pueden beneficiar de la aplicación de la tecnología a la fisioterapia. La tecnología médica ha avanzado mucho y la eficacia de los primeros aparatos que se empezaron a utilizar dista bastante de lo que ofrecen los actuales", explica a elEconomista José Ángel Blanco, fisioterapeuta y director de la compañía Fisaude.

Los aparatos tecnológicos que más se utilizan son los relacionados con las terapias de neuromodulación y los de campo magnético. Sin embargo, la metodología más novedosa y más potente hoy día para tratar patologías traumatológicas, reumatológicas o en dolores crónicos es la bomba diamagnética. Se puede combinar con otras tecnologías o con terapias manuales y consiste en un equipo terapéutico no invasivo que utiliza campos magnéticos de alta intensidad para activar los mecanismos celulares de readaptación fisiológica.

Dicha tecnología acorta mucho los plazos de recuperación de lesiones y mejora la calidad de dicha recuperación. "La bomba diamagnética es la más novedosa y la más potente a nivel de terapia gracias a su versatilidad. Tiene una capacidad de reabsorción de líquido muy potente y de regeneración de tejido. Es aplicable al 99% de las patologías, tanto en el ámbito de la fisioterapia a nivel musculoesquelético como en cirugía estética, convencional, dermatología, problemas musculares, heridas...", afirma Blanco.

Una técnica basada en energía a alta frecuencia eléctrica que genera calor en los tejidos también se encuentra entre los métodos más utilizados. Esta tecnología se utiliza para tratar fracturas, inflamaciones, esguinces, roturas musculares o hematomas que necesiten una rápida acción profunda celular. La unidad antigravedad consiste en una cinta de correr que disminuye el peso del cuerpo reduciendo el efecto de la gravedad y es eficaz para tratar fisuras de meniscos, distensiones de ligamentos, prótesis, ligamentos, fracturas de tobillo, rodilla o cadera que precisen una carga progresiva.

La combinación de tratamientos puede ser también muy útil cuando se producen lesiones del sistema nervioso central o periférico que limitan la movilidad, fuerza o sensibilidad de la mano y los dedos. Por último, la tecnología "Amadeo" permite que los fisioterapeutas pueden tratar la apertura y cierre de la palma de la mano, la sensibilidad, la fuerza y la coordinación motora fina para reeducar el movimiento de los dedos.

Beneficios de la fisioterapia

Las técnicas y ejercicios que se aplican durante las sesiones de fisioterapia impactan positivamente en la calidad de vida de las personas. La disciplina ayuda a combatir los síntomas de muchas patologías, previene el desarrollo de ciertas enfermedades, fortalece el organismo reforzando las estructuras óseas, musculares y articulares, potencia la flexibilidad y amplitud de movimiento e incluso contribuye a frenar los efectos de algunas enfermedades degenerativas.

Las distrofias de Duchenne (DMD) y Becker (DMB) son ejemplos de ello. Los pacientes que las sufren pueden aumentar la fuerza muscular, reducir la evolución de la atrofia muscular y prevenir el dolor gracias a la fisioterapia. Estas dos enfermedades degenerativas, que afectan a unas 4.000 personas en España, se manifiestan con la pérdida progresiva de la musculatura en diversas partes del cuerpo, ocasionando el deterioro de los músculos esqueléticos, pulmonares y cardíacos.

"La esperanza y calidad de vida en las personas con enfermedades neuromusculares se han incrementado en estos últimos años, por todas las mejoras que componen tanto su tratamiento específico como los tratamientos integrales. La fisioterapia previene, promueve y permite el movimiento de todas las funciones del sistema músculo-esquelético, respiratorio, digestivo, circulatorio y cardíaco durante toda la evolución del paciente", explica Ana Herrero de Hoyos, presidenta de la Comisión de Neurología del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.