Salud Bienestar

Lactancia materna: estos son los beneficios de una práctica mermada por la pandemia

  • La lactancia materna previene enfermedades en el recién nacido y la madre y protege el medio ambiente
  • Los pediatras españoles piden más grupos de apoyo y espacios más respetuosos con la lactancia

Ana Sánchez

"Menos de la mitad de todos los recién nacidos son amamantados en la primera hora de vida, lo que los hace más vulnerables a las enfermedades y la muerte". Con esta declaración hacen un llamamiento UNICEF y la OMS a los Estados para que asignen mayores recursos para proteger, promover y apoyar políticas y programas de lactancia materna. Las tasas de lactancia materna se han reducido a nivel mundial por la falta de personal de apoyo, las normas de distanciamiento físico y la separación de las madres con Covid-19 de sus bebés en algunos países.

Las familias más vulnerables son las que atraviesan las situaciones más críticas de emergencia. La lactancia materna exclusiva se recomienda durante los primeros 6 meses de vida del bebé porque tiene importantes beneficios sobre él y sobre la madre. Además de los beneficios sobre la salud, también contribuye a reducciones en el gasto y buenos resultados ambientales para el planeta debido a la energía y residuos que se destinan a su fabricación. 

Esta práctica protege al recién nacido contra enfermedades comunes a corto y a largo plazo y fomenta el desarrollo de su musculatura oral, la respiración y la fonación. Los anticuerpos de la leche materna disminuyen hasta en un 70% las infecciones respiratorias y de oído, protegen frente a la diabetes infantil y la obesidad y reducen en un 50% las posibilidades de muerte súbita. Por su parte, en la madre disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario y otras dolencias, como la hipertensión y la diabetes de tipo II.

Las autoridades aconsejan el inicio de la lactancia durante la primera hora siguiente al nacimiento y su mantenimiento exclusivo durante los primeros 6 meses de vida. A partir del medio año, lo recomendable es que se compagine con alimentos complementarios hasta los 2 años de vida o más. "La lactancia materna es clave para las estrategias de desarrollo sostenible, ya que mejora la nutrición, garantiza la seguridad alimentaria y reduce las desigualdades entre países y dentro de ellos, lo que la pandemia y los conflictos geopolíticos han puesto claramente en evidencia", aseguran desde la Asociación Española de Pediatría.

La falta de apoyo ha ocasionado que la práctica se transfiera a personal no capacitado. "Ha habido una falta de personal de apoyo a la lactancia materna por enfermedad, lo que ha provocado que, en algunos casos, las tareas se trasladaran a otro personal no capacitado. Las normas de distanciamiento físico hicieron que algunas familias tuvieran menos acceso a información y asesoramiento y menos facilidades para acceder a grupos de apoyo. Y algunos países aplicaron, además, políticas no basadas en la evidencia, como separar a los bebés de sus madres y desalentar la lactancia cuando se sospechaba la presencia de Covid-19", explica la doctora Susana Ares Segura, coordinadora del área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNYLM) de la AEP.

La OMS lleva alrededor de 40 años haciendo un seguimiento sobre la divulgación de los sucedáneos de la leche materna y su potencial influencia en las decisiones sobre la alimentación infantil. El organismo que rige la salud mundial cuenta con un Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna. Por este motivo, los pediatras españoles piden a los centros sanitarios que promocionen la lactancia materna como el mejor alimento para el recién nacido.

Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto, pediatras, dentistas y diversas organizaciones mundiales se han postulado en favor de una práctica que se ha visto afectada por los acontecimientos actuales. "La lactancia materna actúa como la primera vacuna del recién nacido y garantiza una fuente de alimentos segura, nutritiva y accesible para bebés y niños pequeños, y ofrece una poderosa línea de defensa contra las enfermedades y todas las formas de desnutrición infantil, incluida la emaciación", concluyen desde la OMS y UNICEF.