España frena el gasto en fármacos innovadores por falta de presupuesto
- El país se encuentra a la cola de Europa en financiación de nuevos medicamentos
Rocío Antolín
España no está gastando suficiente dinero en medicamentos innovadores. Así se pone de manifiesto en un reciente estudio difundido por Farmaindustria donde se constata el retraso comparativo de España respecto a los líderes europeos en cuanto a nuevo fármacos. De hecho, en los últimos cuatro años, España solo ha tenido acceso a poco más de la mitad del total de los nuevos fármacos -85 de 160- de los que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado su visto bueno.
"El deterioro del acceso a los medicamentos innovadores en España está dañando seriamente la calidad, efectividad, cohesión y equidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)", afirma Farmaindustria. Los principales afectados son los pacientes, ya que no pueden acceder a los tratamientos de mayor eficacia o lo hacen con un gran retraso o en condiciones restringidas. Además, la escasa apuesta en nuevos tratamientos impacta en el marco de innovación y desarrollo farmacéutico, ya que las empresas pueden perder interés en invertir en el país si no ven una salida para sus medicamentos. Actualmente, España es un referente mundial en ensayos clínicos. Un dato que lo corrobora es que el país llevó a cabo un millar de nuevas investigaciones en 2021.
Además, el retraso o el hecho de no poder acceder a los medicamentos innovadores que se van aprobando afecta al sistema económico español. Según Farmaindustria, algunos estudios internacionales concluyen que la inversión de un euro en medicamentos ahorraría entre dos y siete euros en otras prestaciones sanitarias, tales como visitas a urgencias o intervenciones quirúrgicas.
España empeora en los últimos años tanto en términos de disponibilidad como de tiempo medio de acceso, según recoge el informe titulado El acceso a los medicamentos en España: diagnóstico y recomendaciones, realizado por Farmaindustria. La sanidad española, respecto a las principales potencias económicas europeas, aparece en los puestos de cola en términos de financiación: Italia sufraga el 79% de los fármacos aprobados por la EMA, Alemania el 92%, Francia el 66%, Reino Unido el 68% y España el 53%.
Acortar tiempos
Por otro lado, el tiempo medio que transcurre desde que un tratamiento es aprobado por Europa hasta que llega a España es de 517 días, es decir, más de 17 meses o tres veces más lento de lo debido, ya que la legislación actual marca un plazo máximo de 180 días. Italia tarda 429 días, Alemania 133, Francia 240 y Reino Unido 340.
Los indicadores de acceso también son especialmente negativos en el caso de los medicamentos oncológicos y fármacos huérfanos, que son aquellos que se dirigen a enfermedades raras. En todos los casos, España aparece bastante lejos de los países de su entorno.
Para que un medicamento sea comercializado en España, primero debe ser aprobado por la EMA y después pasa a manos del Ministerio de Sanidad y la Comisión Interministerial de Precios (CIMP), que decide el valor económico del medicamento. En las actas de la CIMP se puede comprobar cuáles son los argumentos que suele utilizar la administración para frenar la llegada de una nueva terapia: "Criterios de racionalización del gasto público e impacto presupuestario del Sistema Nacional de Salud" o "Existencia de medicamentos u otras alternativas terapéuticas para las mismas afecciones, a menor precio o inferior coste de tratamiento".
Sanidad afirmó que impulsaría una normativa que permitiese acortar los tiempos
Existen diferencias de disponibilidad de fármacos entre las CCAA si se lleva a cabo una radiografía del acceso a terapias innovadoras en las mismas. Por ello, la patronal pide una mayor coordinación para asegurar un acceso temprano de los fármacos que aporten mayor beneficio clínico y establecer el precio de acuerdo a los resultados.
En noviembre de 2021, el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, pidió una normativa que acortase los periodos actuales. Sanidad afirmó que impulsaría una normativa que permitiese acortar los tiempos entre que una innovación cumple con los ensayos clínicos y se financia por el sistema público.
Farmaindustria propone dotar de "mayor claridad, predictibilidad y objetividad a los procedimientos y decisiones de precio y financiación de medicamentos innovadores", así como "establecer un modelo ágil, predecible y eficiente que cumpla el plazo establecido en la legislación y lograr tasas de financiación de nuevos fármacos autorizados más cercanas a las de los países vecinos.