Ingeniero biomédico: el perfil profesional que demandan las farmacéuticas
- La IA puede aplicarse a todas las fases del desarrollo de medicamentos y ofrece cambios cruciales en los ensayos clínicos
Ana Sánchez
Tecnología y ciencia forman un binomio indiscutible. La incursión de la inteligencia artificial (IA) mejora la eficiencia en el desarrollo de ensayos clínicos y facilita que se agilicen los tiempos en los procedimientos de desarrollo de nuevos ensayos clínicos. Los medicamentos también se han visto muy beneficiados, ya que las nuevas herramientas tecnológicas permiten la creación de fármacos más eficaces y seguros para los pacientes en el menor tiempo posible. La herramienta de IA se incorpora a todos aquellos procesos que pueden beneficiar al medicamento para diseñarlos a la carta. El problema es que se necesitan equipos multidisciplinares que puedan manipular las grandes cantidades de datos que necesita la ciencia.
La situación que atraviesan las industrias farmacéuticas actualmente se podría resumir en que cuentan con profesionales que dominan la programación informática, junto con otros que conocen perfectamente el funcionamiento de la ciencia. La falta de profesional que tenga conocimientos de ambas disciplinas conjuntas es un hándicap para las farmacéuticas.
El perfil del ingeniero biomédico es fundamental, pero es complicado reclutar a un profesional que se ajuste a dicho parámetro. De hecho, según explica Ana Isabel Jiménez, COO y directora de I+D de Sylentis, filial del Grupo Pharmamar, se han visto obligados a "educar a informáticos en la parte bio". Actualmente no existe un perfil mixto de profesionales que hayan estudiado una carrera de ciencias y que sean capaces de programar", concluye.
La pandemia de Covid-19 no trajo solamente consecuencias negativas y muchas empresas españolas decidieron apostar por la digitalización. España sigue siendo uno de los países líderes mundiales en investigación clínica y se posiciona entre los países europeos con mejores condiciones para su desarrollo. El país cerró con una puesta en marcha de casi 1.000 nuevos ensayos clínicos, según los últimos datos ofrecidos por el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC).
El conocimiento médico, con la ayuda de la tecnología, está ayudando mucho en la creación de medicinas personalizas y en la prevención de enfermedades. La IA puede aplicarse a todas las fases del desarrollo de medicamentos y ofrece cambios cruciales en el desarrollo de los ensayos clínicos. Junto con la medicina personalizada, están conduciendo a que muchos ensayos se realicen in silico (técnica que utiliza algoritmos de simulación y predicción computacional). En los últimos años se están empezando a desarrollar este tipo de ensayos, pero dirigidos fundamentalmente al desarrollo preclínico.
La función de los ensayos in silico es simular la respuesta que puede tener un paciente o animal utilizando IA. "Ahora mismo se está empezando a desarrollar y probar en animales y habrá que validarlo en humanos. Es posible que pueda acortar y acelerar toda la fase preclínica. La IA nos va ayudar a mejorar la efectividad en el desarrollo de los ensayos clínicos y a minimizar los diseños y el número de pacientes que deben ser expuestos a un ensayo", afirma a este medio Alberto Borobia, adjunto del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Universitario La Paz.
En la era de la digitalización y el big data, uno de los principales retos es afrontar el choque existente ente la colaboración y la compartición de datos y la privacidad. Esto puede suponer un gran freno que derive en un conflicto entre el bien común y la privacidad de cada individuo. Otro desafío importante es avanzar en materia de ciberseguridad para garantizar la solidez de los datos en el entorno más seguro posible que genere confianza entre los pacientes.
"Para generar confianza tenemos que aplicar medidas de ciberseguridad en las fases de prevención, detección y respuesta. Los datos son muy sensibles y necesitamos tecnologías que nos defiendan. Necesitamos un sistema constantemente vigilado porque la confidencialidad no se recupera si se pierde como consecuencia de un ciberataque", afirma Javier Candau, jefe del Departamento de Ciberseguridad del CCN-CERT.
Todas estas cuestiones se han puesto sobre la mesa durante la celebración del foro "Innovación y seguridad en investigación biomédica: dos caras de la misma moneda", en el que se han reunido expertos del ámbito de la investigación biomédica y de la ciberseguridad para atender a la actualidad del sector.