Salud Bienestar
Astenia primaveral: cómo prevenirla y reducir sus síntomas
- Casi dos millones de españoles sufren este trastorno con la llegada de la primavera
Ana Sánchez
La llegada de la primavera trae consigo cambios en el organismo que favorecen la aparición de alergias y el aumento de la fatiga. La astenia primaveral es un trastorno o sensación de fatiga y cansancio asociado al cambio de estación. Se trata de una alteración física, que afecta a nivel mental, provocada por el cambio de estación, el resurgimiento de las alergias o a causa del Covid-19 persistente. A raíz de la pandemia, el 96% de los afectados por Covid-19 persistente presenta síntomas de astenia, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Algunos factores como el cambio de horario, el aumento de temperatura, los cambios de presión atmosférica y humedad, las horas de luz o la alergia al polen provocan en el organismo un proceso de adaptación al medio. Este trastorno no sobrepasa las dos semanas de duración, pero las personas que lo padecen pueden presentar síntomas como la fatiga, la somnolencia diurna, la dificultad en la concentración, la falta de apetito, el aturdimiento, mal humor o tristeza. Estas sensaciones persisten unas semanas hasta que el cuerpo logra adaptarse a dicha estación.
Los últimos datos publicados por Statista muestran 1,8 millones de casos de astenia, cansancio o debilidad general en España, siendo la franja de edad entre los 15 y 34 años la más afectada. Al no aceptarse como una patología, no hay medicación o tratamiento alguno para combatir la astenia primaveral. Las personas alérgicas al polen pueden ser más sensibles, por lo que se recomienda acceder a la medicación de prevención en caso de padecer alguna reacción alérgica.
¿Cómo se combate la astenia primaveral?
Aunque no existe tratamiento médico específico para combatir este trastorno, la adopción de una serie de hábitos saludables podría reducir la posibilidad de padecer fatiga debido a las consecuencias primaverales.
Los expertos coinciden en que los hábitos saludables son clave para combatir la astenia, del mismo modo que hacen especial hincapié en una dieta saludable y de temporada que siga las siguientes recomendaciones:
El aumento de la ingesta de frutas, verduras, pescado azul, queso fresco, frutos secos y aceite de oliva, así como la reducción del consumo de alimentos ricos en grasa y ultra-procesados son dos aspectos claves para aliviar los síntomas de fatiga provocados por la astenia. Una rutina de descanso de un mínimo de 8 horas y la adopción de un horario fijo al levantarse y acostarse juega un papel importante.
Una buena hidratación es fundamental para combatir este trastorno. Por ello, es recomendable beber 2 litros de agua diariamente y complementarlo con infusiones y zumos. Las plantas medicinales naturales como vitaminas, jalea real, ginseng, guaraná o alga espirulina, también aportan energía al organismo. Finalmente, la realización de ejercicio físico moderado, así como la disminución del consumo de tabaco y de bebidas estimulantes podrían ser aspectos clave para sobrellevar el cansancio.