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Lo que una ginecóloga pide a todas las mujeres mayores de 50 años en España que dejen de hacer con sus hijas en 2025

Madre e hija hablan con una ginecóloga. Fuente: Canva.

elEconomista.es

Las mujeres de nuestro país -y en general de cualquier parte del mundo-, con el objetivo principal de mantener una buena salud sexual y reproductiva, deben visitar a un experto en ginecología al menos una vez al año. Por lo general, toda mujer debe realizar una primera visita con su especialista a los 21 años.

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Ahora bien, esta edad puede variar de manera considerable si las relaciones sexuales han sucedido con anterioridad. Como es habitual, las revisiones a las que se someten las mujeres tienen dos objetivos principales:

  • Por un lado, la prevención. Numerosas enfermedades relacionadas con el aparato reproductor femenino no tienen síntomas aparentes, por lo que estas revisiones ayudarán a detectarlo a tiempo. Y es que cuando estos aparecen, quiere decir que la enfermedad está avanzada y el tratamiento puede complicarse a corto plazo.
  • Por otro lado, facilitan el diagnóstico precoz. Se realiza una evaluación para poder comprobar el estado y detectar patologías que pueden requerir tratamiento.

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Aunque todo el mundo parece tener claro esto, la realidad es distinta. Y es que todavía hay un gran porcentaje de mujeres que no se atreven a hablar ni a preguntar según qué cosas en la consulta. Y se trata de una problemática muy grave, tanto a corto como a largo plazo.

Así lo ha revelado de manera contundente la ginecóloga Miriam Al Adib en 'Cadena Ser': "Ya hemos conseguido que no se normalice todo el dolor de regla, pero parece que tenemos otro melón, por ejemplo, con las relaciones sexuales. A muchas mujeres les cuesta decir que les duelen".

A tener en cuenta

Pero esto no es lo más grave. La ginecóloga ha advertido de una reciente tendencia que está descubriendo en sus consultas. Al parecer, no ha parado de recibir visitas de niñas preocupadas por la forma de su vagina, al no ser como se muestran en las películas pornográficas.

Y muchas veces, bastante influenciadas por sus madres -de una cierta edad-, porque "la niña tiene eso muy raro". A su juicio, las vulvas son de mentira debido a que no tienen nada que ver con las que aprecia en sus consultas. "En el porno aparecen completamente sin pelo, de color rosa y con los labios internos pequeñitos", ha matizado la experta.

Y no tienen por qué ser así. "A veces sobresalen bastante los labios, pero es lo habitual. No es nada raro. Al revés, es más raro ver una vulva como las que ves en el porno que otra con los labios más pronunciados", ha revelado Al Adib. Y eso, claro está, está provocando complejos entre las más jóvenes. La moraleja es clara: no hay que compararse con nadie.

"Me han llegado a venir niñas de 13 años con su madre diciendo que lo tienen muy raro", ha concluido la especialista. Esto ha causado que haya un incremento alarmante de operaciones estéticas como labiopastias, que consiste en reducir el tamaño de los labios internos para que se parezcan más a esa vulva 'de película'.