Salud Bienestar
Este es el momento a partir del cual los fetos comienzan a sentir dolor, según un estudio científico
- Este estudio se ha realizado comparando las redes cerebrales de fetos y adultos
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elEconomista.es
Una investigación desarrollada por la University College de Londres ha ofrecido nuevos resultados sobre el momento concreto en el que los fetos comienzan a sentir dolor en el útero de la madre, algo que había sido una incógnita durante muchos años, según recoge The Conversation.
La investigación se ha realizado mapeando el desarrollo de las redes cerebrales que procesan el dolor, es decir, el "conectoma del dolor", prediciendo con exactitud cuándo y cómo surge la capacidad de sentir dolor. Más concretamente, se utilizaron imágenes avanzadas para comparar las redes neuronales de fetos y bebés con las de adultos.
A partir de las 32 semanas
Así, es aproximadamente a partir de las 32 semanas después de la concepción cuando las redes cerebrales relacionadas con el dolor permanecen significativamente subdesarrolladas en comparación con la de los adultos sanos. A partir de entonces, el desarrollo se produce de manera exponencial.
Los aspectos sensoriales del dolor maduran en un primer momento y posteriormente es cuando se vuelven "funcionales", alrededor de las 34 y 36 semanas, y las del dolor muy marcado, entre la semana 36 y 38. Si bien, la consciencia e interpretación del dolor no se da hasta aproximadamente 40 semanas después. En cualquier caso, los recién nacidos no pueden evaluar conscientemente el dolor.
Esto es lo que se pensaba
En los siglos XIII y XIX se pensaba que los fetos y bebés, al verse tan vulnerables, se creía que eran extremadamente sensibles al dolor. De hecho, consideraban que el momento del parto era uno de los más dolorosos para los recién nacidos. Posteriormente, a finales de 1870, descubrieron que el cerebro y el sistema nervioso de los bebés estaban menos desarrollados, por lo que se cuestionó si realmente podían sentir dolor. Esta concepción tuvo efectos muy preocupantes, por ejemplo, se llegaron a realizar cirugías sin anestesia a bebés debido a que se les consideraba inmunes al dolor.
No fue hasta finales del siglo XX cuando se descubrió que los bebés presentaban signos neurológicos, fisiológicos y conductuales del dolor. El desacuerdo sobre esta hipótesis se basa en que realmente no se puede acceder a la experiencias individuales de cada menor, más allá de un estudio de su comportamiento y análisis cerebral, algo que no siempre resulta totalmente certero.