¿Qué es la marcha nórdica y qué beneficios tiene para la salud?

La marcha nórdica, también conocida como Nordic walking, es una actividad física que consiste en caminar utilizando bastones específicos para maximizar el esfuerzo físico.

Su origen se encuentra en los países nórdicos y es practicada como una técnica de entrenamiento para esquiadores de fondo que se ha popularizado por sus múltiples beneficios para la salud. A diferencia de caminar, la marcha nórdica involucra tanto el tren superior como el inferior del cuerpo, lo que permite un ejercicio más completo y de bajo impacto.

¿Cómo se practica la marcha nórdica?

Para practicar la marcha nórdica, se necesitan bastones específicos, que son más ligeros y diferentes a los bastones de senderismo. Estos bastones permiten que al caminar se involucren los músculos de los brazos, el pecho, la espalda y el abdomen, mejorando la postura y aumentando el gasto energético. La técnica básica implica coordinar el movimiento de los brazos y piernas, de manera similar a la marcha de esquí de fondo.

Este deporte se puede practicar en gran variedad de terrenos, desde caminos urbanos hasta senderos de montaña. La simplicidad de su técnica y la posibilidad de adaptarla a diferentes niveles de intensidad la hacen accesible a personas de todas las edades y niveles de condición física.

Beneficios de la marcha nórdica

1. Mejora la postura y reduce el dolor de espalda: Al utilizar los bastones, la postura mejora, ya que se corrige la alineación de la columna y se reduce la presión sobre las articulaciones. Esto ayuda a disminuir el riesgo de dolores de espalda y cuello.
2. Mayor quema de calorías: La marcha nórdica puede quemar hasta un 46% más de calorías que caminar sin bastones. Esto se debe a que se activan más músculos, lo que aumenta el gasto energético. Es una excelente opción para quienes desean perder peso.
3. Fortalecimiento muscular: Al involucrar los músculos del tren superior, como los brazos, hombros y espalda, la marcha nórdica fortalece todo el cuerpo. También mejora la resistencia muscular y la tonificación general, lo que es beneficioso para la salud ósea y muscular.
4. Mejora la capacidad cardiovascular: La marcha nórdica es un ejercicio aeróbico que ayuda a mejorar la salud cardiovascular. Contribuye a aumentar la capacidad pulmonar y a fortalecer el corazón, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y mejora la circulación sanguínea.
5. Reducción del estrés: Como toda actividad física, la marcha nórdica promueve la liberación de endorfinas, las hormonas del bienestar. Practicarla en entornos naturales, como parques o montañas, también tiene un efecto relajante y puede ayudar a combatir el estrés y la ansiedad.

¿Para quién es recomendable la marcha nórdica?

La marcha nórdica es una actividad ideal para personas de todas las edades, desde jóvenes hasta adultos mayores. Al ser de bajo impacto, es especialmente adecuada para quienes buscan un ejercicio moderado sin dañar las articulaciones. Además, es una excelente opción para personas que desean iniciar una rutina de ejercicios o aquellos que están en proceso de rehabilitación de lesiones.