Salud Bienestar
¿Has notado el cambio de hora? Estos son los efectos sobre la salud y los consejos para adaptarse
- Uno de los efectos más inmediatos es la interrupción del ritmo circadiano
- También dificultades para conciliar el sueño, somnolencia diurna o irritabilidad
- Estudios relacionan el cambio de hora con un mayor riesgo de accidentes de tráfico y laborales
elEconomista.es
El cambio de hora es un fenómeno que ocurre dos veces al año en muchas partes del mundo. Durante la primavera, adelantamos nuestros relojes una hora, mientras que en otoño los retrocedemos una hora. Este ajuste, conocido como horario de verano y horario de invierno, respectivamente, puede tener implicaciones significativas en nuestra salud.
De este modo y en este caso, en la noche del sábado 30 de marzo al domingo 31, a las 02.00 horas pasaron a ser las 03.00 horas. Esto implica que en España se pierde una hora de descanso, aunque a partir de este cambio, se disfrutará de más luz solar, como indican diversos análisis realizados al respecto.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial ahorro en costos de electricidad podría ascender hasta los 300 millones de euros. En promedio, cada hogar podría beneficiarse con un ahorro estimado de unos 6 euros, aunque es importante tener presente que la mayor parte de estos ahorros se concentran en el sector industrial, donde el consumo de energía eléctrica es considerablemente más significativo que en los hogares.
Impacto en la salud del cambio de hora
El cambio de hora puede afectar a nuestra salud de varias maneras. Uno de los efectos más inmediatos es la interrupción del ritmo circadiano, nuestro reloj interno que regula los ciclos de sueño y vigilia. Este desajuste puede provocar dificultades para conciliar el sueño, somnolencia diurna, irritabilidad y dificultad para concentrarse. Además, la alteración del ritmo circadiano puede desencadenar problemas de salud a largo plazo, como trastornos del sueño, aumento del estrés y riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La falta de sueño y el estrés asociados con el cambio de hora también pueden afectar negativamente al sistema inmunológico, lo que nos hace más susceptibles a enfermedades como resfriados y gripe. Además, algunos estudios han sugerido que el cambio de hora está relacionado con un mayor riesgo de accidentes de tráfico y accidentes laborales debido a la disminución de la alerta y la concentración.
Consejos para adaptarse al cambio de hora
Aunque el cambio de hora puede ser desafiante para nuestro bienestar, existen estrategias que podemos implementar para mitigar sus efectos negativos:
- Ajusta gradualmente tu horario de sueño: una semana antes del cambio de hora, intenta acostarte y levantarte 15 minutos antes o después cada día para que tu cuerpo se adapte gradualmente al nuevo horario.
- Mantén una rutina de sueño consistente: intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu ritmo circadiano y facilita la transición durante el cambio de hora.
- Limita la exposición a la luz artificial antes de acostarte: la luz artificial puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño. Minimiza el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte y asegúrate de que tu dormitorio esté oscuro y tranquilo para promover un sueño reparador.
- Practica técnicas de relajación: el estrés puede empeorar los efectos del cambio de hora en tu salud. Dedica tiempo a actividades relajantes como la meditación, el yoga o la respiración profunda para reducir el estrés y mejorar la calidad de tu sueño.
- Mantén una dieta saludable y equilibrada: consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede mejorar tu salud general y tu capacidad para adaptarte al cambio de hora. Evita la cafeína y los alimentos pesados antes de acostarte, ya que pueden interferir con tu sueño.
- Haz ejercicio regularmente: el ejercicio regular no solo mejora la calidad del sueño, sino que también reduce el estrés y promueve la salud cardiovascular. Intenta hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
- Sé paciente contigo mismo: adaptarse al cambio de hora puede llevar tiempo, así que sé comprensivo contigo mismo si experimentas dificultades para conciliar el sueño o sentirte somnoliento durante el día. Con el tiempo, tu cuerpo se ajustará al nuevo horario.