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Peligros del bótox para la salud: mitos, realidades y recomendaciones médicas

  • Es uno de los tratamientos estéticos más populares y utilizados en medicina estética
  • Se usa principalmente para reducir temporalmente las llamadas "arrugas dinámicas"
  • A lo largo de los años han surgido muchas críticas debido a la mala praxis en su uso 
Una mujer se inyecta bótox en la frente.

elEconomista.es

El bótox, también conocido como toxina botulínica, es uno de los tratamientos estéticos más populares y utilizados en la medicina estética. Aunque inicialmente fue desarrollado con fines médicos, su uso cosmético se ha extendido debido a su capacidad para reducir arrugas y líneas de expresión.

Sin embargo, a lo largo de los años han surgido muchas críticas debido a la mala praxis en su uso, que ha dado lugar a muchos casos de personas que han sufrido sus efectos adversos. Sin embargo, existen muchos mitos y creencias infundadas sobre su seguridad y posibles riesgos para la salud.

Este artículo tiene como objetivo desmitificar estos conceptos, brindar una comprensión clara de sus peligros reales y proporcionar recomendaciones para quienes consideran este tratamiento.

¿Qué es el bótox y cómo se utiliza en operaciones estéticas?

El bótox es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Aunque en grandes cantidades puede ser peligrosa y provocar una intoxicación alimentaria conocida como botulismo, en dosis controladas y aplicadas de manera profesional, la toxina botulínica se utiliza en el campo médico y estético.

Su principal mecanismo de acción es bloquear temporalmente la comunicación entre los nervios y los músculos, lo que causa una relajación muscular. Esta propiedad es la que se aprovecha en la medicina estética para reducir temporalmente las arrugas dinámicas, que son aquellas causadas por la actividad muscular repetitiva, como las líneas de expresión en el rostro.

Los usos más comunes del bótox en estética incluyen:

  1. Reducción de líneas de expresión en la frente.
  2. Disminución de las arrugas alrededor de los ojos (patas de gallo).
  3. Relajación de las líneas entre las cejas (glabella).

En la medicina, el bótox también se utiliza para tratar afecciones como el bruxismo, la hiperhidrosis (exceso de sudoración), distonías musculares, migrañas crónicas y espasmos musculares.

Riesgos y peligros del bótox: mitos y verdades

A lo largo de los años, el bótox ha sido objeto de debates, muchos de ellos fomentados por la mezcla entre la realidad y la desinformación. A continuación, se detallan algunos de los mitos más comunes y la realidad detrás de ellos:

  • Mito 1: El bótox es tóxico y peligroso para la salud

Realidad: El bótox es una toxina, pero en las dosis utilizadas en medicina estética, es completamente seguro. Está aprobado por organismos internacionales como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) para usos estéticos y médicos, y ha demostrado ser eficaz y seguro cuando se administra correctamente por un profesional capacitado.

  • Mito 2: El bótox paraliza permanentemente los músculos

Realidad: El efecto del bótox es temporal. Por lo general, dura entre 3 y 6 meses, dependiendo de la zona tratada y las características individuales del paciente. Una vez que el efecto desaparece, la actividad muscular se recupera por completo.

  • Mito 3: El bótox puede migrar a otras áreas del cuerpo

Realidad: Si se inyecta adecuadamente, el bótox permanece en el área tratada. La migración de la toxina puede ocurrir si se inyecta incorrectamente o en dosis demasiado altas, pero este es un riesgo mínimo cuando es administrado por un profesional con experiencia.

  • Mito 4: El bótox deja una apariencia "congelada"

Realidad: Si se usa en exceso o en áreas inadecuadas, puede generar una apariencia rígida. Sin embargo, un uso adecuado proporciona resultados naturales que permiten mantener la expresión facial mientras se suavizan las arrugas.

Un hombre se inyecta bótox en la zona de la frente.

Límites y precauciones que hay que tener en cuenta al ponerse bótox

Aunque el bótox es seguro cuando se aplica de forma profesional y meticulosa, hay ciertas precauciones y límites que deben ser tenidos en cuenta para minimizar riesgos:

  • Evaluación médica previa: No todas las personas son candidatas ideales para el tratamiento con bótox. Aquellos con trastornos neuromusculares, alergias a la toxina o mujeres embarazadas o lactantes deben evitar su uso.
  • Técnica adecuada: Es fundamental que el bótox sea administrado por un médico o un profesional certificado con experiencia en inyecciones estéticas. Una mala técnica puede causar efectos no deseados, como párpados caídos (ptosis) o asimetría facial.
  • Dosis y frecuencia controlada: El uso excesivo de bótox puede generar resistencia o inmunidad a la toxina. Además, su uso reiterado en áreas inadecuadas puede causar una pérdida de elasticidad de la piel con el tiempo.
  • Evitar ciertas actividades después del tratamiento: Se recomienda no frotar ni masajear la zona tratada durante las primeras 24 horas, así como evitar actividades intensas y la exposición prolongada al sol o calor extremo.

¿Es recomendable ponerse bótox?

La decisión de ponerse bótox es personal y debe estar basada en una evaluación médica adecuada y en expectativas realistas. El bótox puede ser una buena opción para aquellos que desean suavizar arrugas y líneas de expresión de manera temporal y sin someterse a cirugías invasivas. Sin embargo, es fundamental estar bien informado sobre los posibles efectos secundarios, los resultados esperados y la importancia de acudir a un especialista calificado.

Si bien es un tratamiento seguro y eficaz, no es adecuado para todas las personas. La consulta con un médico especializado ayudará a determinar si el bótox es la mejor opción para cada paciente, teniendo en cuenta su historial médico, sus necesidades estéticas y los resultados que desea lograr.

Alternativas al bótox

Aunque el bótox es una opción popular, existen otras alternativas para quienes buscan mejorar su apariencia sin recurrir a las inyecciones de toxina botulínica. Algunas de estas incluyen:

  1. Rellenos dérmicos: Los rellenos de ácido hialurónico, colágeno o hidroxiapatita cálcica son opciones que se utilizan para rellenar arrugas y restaurar el volumen facial perdido. A diferencia del bótox, los rellenos no paralizan los músculos, sino que proporcionan volumen a la piel.
  2. Tratamientos con láser y radiofrecuencia: Estos procedimientos no invasivos estimulan la producción de colágeno en la piel, ayudando a mejorar su firmeza y reducir las arrugas de manera gradual.
  3. Cremas y sérums antienvejecimiento: Aunque no ofrecen resultados tan inmediatos como el bótox, el uso regular de productos dermatológicos con ingredientes como retinol, péptidos y vitamina C puede mejorar la textura y apariencia de la piel a largo plazo.
  4. Microneedling y peelings químicos: Estos procedimientos estimulan la regeneración celular y mejoran la apariencia de la piel, aunque no actúan directamente sobre las arrugas dinámicas como el bótox.