Salud Bienestar

Sanidad reformulará el sistema de precios para recortar 800 millones en los fármacos fuera de patente

  • Modificará el sistema de 'ofertas ciegas' cada seis meses del anteproyecto de ley del medicamento, pero antepone el objetivo de control del gasto
  • Uno de cada tres fármacos dispensados en las farmacias tiene un PVP inferior a tres euros
Mónica García, ministra de Sanidad

Juan Marqués

El Ministerio de Sanidad se abre a modificar el nuevo sistema de precios seleccionados incluido en el Anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios, siempre que permita reducir en cerca de 800 millones de euros el gasto público en los fármacos fuera de patente. Para el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, "más que una línea roja, el objetivo de 800 millones es la consecuencia lógica de tener un sistema que garantice competencia y grandes volúmenes". Es la consigna de una reforma legal que introducirá "elementos de mejora que permitan obtener altos volúmenes de medicamentos con bajadas de precios", según precisa a elEconomista.es el número dos del departamento que dirige Mónica García.

Tras las cerca de mil alegaciones recibidas al texto del anteproyecto, Sanidad ha renunciado a seguir hablando de precios seleccionados, según ha señalado el director general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, César Hernández. Tanto los laboratorios, como los distribuidores y farmacéuticos rechazan este modelo basado en la presentación de "ofertas ciegas" de precio por las compañías cada seis meses, ya que generarían una dinámica de continuas bajadas difícil de gestionar, a juicio de las patronales Farmaindustria y Aeseg consultadas.

La nueva propuesta de precios, que se incluirá en el texto de la ley que se envíe para su aprobación como proyecto de ley por el Consejo de Ministros, "se está trabajando tanto de forma bilateral como multilateral", indica Sanidad. Una de las vías de diálogo abiertas es en el seno del Comité Mixto que integran las patronales de la industria del sector y cinco ministerios (Sanidad, Industria, Ciencia, Economía y Hacienda), un foro dedicado a hacer seguimiento de la Estrategia de la Industria Farmacéutica, y cuya última reunión se ha volcado en la nueva norma.

Sistema de precios dinámicos

Sanidad prefiere no valorar las propuestas de "precios dinámicos" planteadas por Farmaindustria y Aeseg, pero sí subraya que la fórmula final debe garantizar "los principios fundamentales de la propuesta inicial", sin tampoco "sacrificar profundidad por prisa", precisa Padilla. En el caso de la fórmula de Aeseg, el ahorro planteado sí estaría alineado con el objetivo del Gobierno y rondaría los 800 millones de euros previstos.

Por su parte, el sistema de Farmaindustria busca un modelo de precios variables "más predecible, competitivo y alineado con la sostenibilidad del suministro". Se aplicaría a los medicamentos dispensados en farmacias a través de receta, especialmente a genéricos y biosimilares, cuya incorporación al modelo sería obligatoria. A diferencia del régimen actual de precios fijos, el precio de estos fármacos variaría según el número de competidores y la penetración de mercado, permitiendo un ajuste automático. Los medicamentos que no sean genéricos ni biosimilares no estarían obligados a seguir este modelo, aunque, si no igualan el precio de referencia, seguirán financiados con una aportación del paciente por la diferencia.

Para evitar distorsiones, el modelo incluiría algunas salvaguardas: si se detectan ofertas "temerarias". En caso de precios anormalmente bajos, no se exigirá su igualación a otros competidores, evitando así riesgos de desabastecimiento o de competencia desleal.

El director general de Farmaindustria, Juan Yermo, es optimista y confía en que Sanidad introduzca "cambios en la ley en el buen sentido que todos esperamos", asegura a este diario.

En el caso de Aeseg, la patronal de los laboratorios fabricantes de medicamentos genéricos, el objetivo es alcanzar volúmenes altos de genéricos a precios competitivos, como pretende Sanidad, ligados a su cuota de mercado. Para los nuevos lanzamientos, Aeseg plantea un descuento del 40% del Precio de Venta al Laboratorio (PVL) el primer año respecto a la marca, recuperando el diferencial de precio con esta última a la que no se obligaría reducir su precio. Si el paciente elije la marca y ésta no ha bajado el precio, la cuantía máxima financiada será la del genérico y la diferencia la aportará el paciente.

Para dinamizar el mercado de genéricos estancado con cuotas en unidades por debajo del 50% o por encima del 50% y el 70%, Aeseg propone distintos porcentajes de reducción del PVL, abriendo la opción al paciente que elija la marca, aportar la diferencia. Así, si la cuota en unidades de genéricos supera el 50%, el genérico reducirá el PVL en un 5% respecto al último PVL, siendo opcional para la marca. En el caso de superar una cuota de mercado del 70%, el genérico reducirá el PVL de nuevo en otro 5% respecto al último PVL, siendo opcional para la marca.

Aeseg propone además una revisión al alza del 20% de los tratamientos cuyo PVL esté por debajo de 1,6 euros, la mitad de los medicamentos genéricos comercializados en España, para compensar, al menos, el IPC acumulado del 26% desde 2015.

Un mercado de precios extremos

Lo que no renuncia el Ministerio es a descremar el tramo de precios más altos de dispensación en las farmacias, donde no hay suficiente competencia de laboratorios genéricos, ni penetración de medicamentos genéricos, para reducir gasto a costa de un mercado de precios extremos.

Uno de cada tres fármacos (35,3%) dispensados en el canal de farmacia se comercializan a precios a PVP inferiores a tres euros, según datos de IQVIA de 2024, y un 13% de estos lo hace a menos de dos euros, incluidos los márgenes de la distribución o de la farmacia. En total, más de 469 millones de envases, el 40% del total, marcan tarifas de menos de tres euros.

Son los precios de derribo de un mercado de medicamentos fuera de patente, cuyas ventas de 5.357 millones de euros al año están sometidas a la presión del sistema de precios de referencia y precios más bajos en España, que ha acabado por cuestionar la propia viabilidad del modelo de acceso a los medicamentos a través de las 22.222 boticas repartidas por todo el territorio, según advierte el Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos.

Sanidad es consciente de esta realidad de precios excesivamente bajos, que están tensionando la capacidad de la industria farmacéutica de planificar su producción a través de las 174 plantas de fármacos abiertas en España, y que explican, en buena parte, los continuos problemas de suministro de tratamientos esenciales en el mercado.

Para paliar esta situación, el Gobierno proyecta invertir cerca de 150 millones de euros en elevar el precio de las terapias y productos sanitarios más baratos. Pretende así garantizar la continuidad en el mercado de tratamientos críticos como antibióticos o antidiabéticos. Pero este parche millonario, que "será individualizado para cada caso" y se concretará en el futuro Real Decreto de precio y financiación, explica Javier Padilla, se financiará mediante el futuro sistema de precios.

El saldo final de la norma sigue siendo muy lesivo para el sector. El impacto de todas las medidas (programa de uso racional, compras centralizadas o aportaciones según volumen de ventas) tendrá un coste que rondará los 1.000 millones de euros. Farmaindustria reclama que estos fondos se reinviertan en sanidad y no se desvíen a otros usos.