Salud Bienestar
Jordi Casas (Col·legi de Farmacèutics): "Lejos de acabar con el desabastecimiento, la nueva ley del medicamento lo puede agravar"
- Desabastecimiento: "Los fármacos para el TDAH y la pérdida de peso son los que más preocupan"
- Competencias: "La farmacia puede ayudar a desaturar la atención sanitaria evitando visitas innecesarias"
- Cannabis: "Apoyamos su uso terapéutico regulado y estamos capacitados para custodiarlo"
Carles Huguet
Barcelona,
El anteproyecto de la nueva Ley del Medicamento ha puesto en guardia a la industria farmacéutica. Las grandes corporaciones han avisado de que el sistema de precios de los fármacos va en contra de la soberanía estratégica y de garantizar las medicinas en caso de tensiones en la cadena de suministro. Aunque celebran la voluntad de revisar la norma, el diagnóstico es compartido por los farmacéuticos.
El presidente del Col·legi de Farmacèutics de Catalunya, Jordi Casas, atiende a elEconomista.es para hacer un primer balance de la norma, así como advertir de que los problemas de suministro en algunas soluciones corren el riesgo de cronificarse en campos como la pérdida de peso o el tratamiento del TDAH.
¿Qué valoración hacen de la propuesta de la nueva ley?
Valoramos positivamente el hecho de que se afronte una regulación como es la ley del medicamento. Era necesario actualizar y regular algunos aspectos que se habían quedado desactualizado y no estaban regulados, como pueden ser las competencias de los farmacéuticos. Sin embargo, sí hay cierta preocupación con el sistema de precios regulados, tanto para los pacientes como para los profesionales y el camino de la reindustrialización europea. Lejos de mejorar los problemas de desabastecimiento, se podrían agravar.
En los últimos años se ha hablado mucho del desabastecimiento...
Si priorizamos solo las políticas de precios y se sigue con el camino de la deslocalización pasaremos a ser más dependientes. Ya tuvimos el ejemplo durante el coronavirus. El único aspecto no puede ser el precio, hay que tener lo en cuenta, sí, pero llevamos ya una serie de lecciones de que el único argumento no puede ser el precio.
¿Qué se puede hacer ante estos problemas de desabastecimiento?
Muchos problemas de suministro son crónicos y afectan a muchos medicamentos, aunque el 90% pueden resolverse con cambios o alternativas. Los más preocupantes son los de la familia de la pérdida de peso y los del TDAH, que no tienen alternativas sencillas y generan dificultades, aunque recientemente parece haber cierta mejoría.
¿Perciben el 'boom' de fármacos como Ozempic o Wegovy, para la pérdida de peso?
Sí, ha habido un incremento notable, pues se han vuelto muy mediáticos por su efectividad. La alta prevalencia de obesidad y la presión estética han disparado la demanda, pero la producción no puede seguir el ritmo, generando escasez. La Agencia del Medicamento ha oficializado los problemas de suministro, priorizando a diabéticos y tratamientos en curso. En la farmacia, gestionamos la escasez con calendarios y reservas para pacientes habituales.
España es el segundo país de Europa que más ansiolíticos consume, según el Ministerio de Sanidad. ¿Lo notan?
Lo notamos desde hace tiempo y es un tema complejo. El uso de ansiolíticos es elevado, y los problemas de salud mental están en aumento. A diferencia de enfermedades como la diabetes, que tienen indicadores claros, las patologías mentales son más difíciles de abordar debido a factores sociales, económicos y culturales. Esto lleva a un uso prolongado de medicamentos por inercia terapéutica, sin intentar deshabituación. Se requiere un abordaje multidisciplinar, y aunque se han hecho esfuerzos, no es sencillo porque el uso de estos fármacos suele estar ligado a situaciones personales, sociales o laborales complejas.
Más allá de repartir los medicamentos recetados, ¿cómo pueden ayudar las farmacias a reducir la saturación de la sanidad?
Es otro de los puntos abordados en la ley del medicamento, el de las competencias de los farmacéuticos. Para empezar, incrementar sus competencias a la hora de dispensar ayudaría a paliar algunos problemas de suministros. Y en la norma se contempla una cierta ampliación de capacidades, pero a nuestro parecer se queda corta.
¿Por qué?
La farmacia puede ser el punto de entrada al sistema de salud por su capilaridad y proximidad. Muchas consultas sobre sintomatologías no urgentes podrían resolverse en la farmacia, evitando visitas innecesarias a centros de atención primaria o hospitales. Con protocolos consensuados, si no se puede resolver en la farmacia, se derivaría al paciente. Además, la farmacia puede desempeñar un papel importante en prevención y promoción de la salud, como en los cribados de colon y cérvix, facilitando la entrega y devolución de kits. También puede ayudar en el seguimiento de patologías crónicas, como la hipertensión o la diabetes, tomando medidas regulares cuando el paciente recoge su medicación, lo que permite un seguimiento más exhaustivo y proactivo.
Recientemente celebraron la 35ª edición del congreso Infarma, ¿qué tendencias detectaron?
Los grandes temas del congreso fueron, obviamente, la digitalización y la transformación digital impulsada por nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el lanzamiento de la app La meva farmàcia, que sirva como complemento a La meva salut, registrando todas las actuaciones en la farmacia. Sobre novedades farmacoterapéuticas, generaron mucho interés los debates y las mesas redondas sobre los medicamentos para la salud animal que, como farmacéuticos, apoyamos la regulación, aunque entendemos que no debe distorsionar la práctica diaria de los veterinarios. la pérdida de peso y la posible regulación del cannabis.
¿El cannabis?
Celebramos una mesa sobre el uso de sustancias derivadas del cannabis. Distinguimos entre, por ejemplo, cremas y pomadas y el cannabis medicinal con fines terapéuticos. Como farmacéuticos, estamos capacitados para custodiar sustancias psicotrópicas y estupefacientes. Y los derivados del cannabis no presentan mayor complejidad. Apoyamos su uso terapéutico regulado, incluso mediante fórmulas magistrales.