Salud Bienestar
Los biosimilares alcanzaron una penetración del 33,2% en las farmacias hace dos años
- Galicia, Cataluña y Andalucía son las regiones que poseen una mayor entrada de estos medicamentos
- De los biológicos genéricos que se dispensan en las boticas, la enoxaparina registró más de la mitad (55,85) de las ventas
Rocío Antolín
Madrid,
Los biosimilares alcanzaron una penetración del 33,2% frente a sus respectivos medicamentos originales en las farmacias en 2023. Este porcentaje es mayor que el obtenido un año antes (29,6%) y en 2021 (26%). Así lo desprende el informe "Biosimilares en Atención Primaria" que ha presentado la Asociación Española de Biosimilares (BioSim) junto a Sefap.
Galicia es la comunidad autónoma que registra una mayor penetración de los biosimilares en las farmacias, con alrededor de un 55%. Le sigue Cataluña y Andalucía con menos de un 50%. Además, Madrid registra casi un 30%. En la otra cara de la moneda, Canarias, con un 10%; Navarra, con alrededor de un 13%; y País vasco, con un 15%; se encuentran a la cola del ranking.
Hoy en día, en las farmacias se comercializan biosimilares de cuatro principios activos diferentes. Además, a lo largo de este año aterrizará el primer biosimilar de denosumab (el original es Prolia de Amgen)
De los biosimilares que se dispensan en farmacia, la enoxaparina registró más de la mitad (55,85) de las ventas. Este forma parte del catálogo de Sanofi. Le sigue la insulina glargina, con un 37,1%; la folitropina alfa, con un 6,2%; y la teriparatida, con un 0,8%, según recoge el informe.
Por un lado, el biosimilar de enoxaparina sódica, que se comercializó por primera vez en 2018. Este es el tipo de heparina de bajo peso molecular que más ventas registra. De hecho, en 2023 se comercializaron 2,1 millones de envases. De ellos, el 58,2% eran biosimilares.
"Aunque no se puede afirmar de forma fehaciente, la aparición en el mercado de medicamentos biosimilares podría ser uno de los factores que justifiquen el incremento de uso del principio activo con biosimilar respecto al resto de moléculas con los que comparte indicación", recoge el informe. Andalucía, Galicia, Cataluña y Castilla La Mancha son las autonomías que más penetración del biosimilar presentan, con más de un 70%.
Los biosimilares de teripatida – los primeros entraron en el mercado en 2019 y hoy en día, hay seis – representaban el 48,2% del mercado de este principio activo en 2023, 5,4 puntos más que en 2022. Cataluña, Andalucía y Navarra están en la cúspide de regiones con más ventas de estos biológicos genéricos.
Los biológicos genéricos de insulina glargina – el primero entró en 2016 – poseen el 19,38% de la cuota de mercado hace dos años frente al 16,25 del ejercicio anterior. Galicia, Cataluña y Andalucía son las comunidades donde hay una mayor penetración.
En la actualidad, hay biosimilares de tres tipos de insulinas aprobados por la Comisión Europea. "Están en evaluación por la EMA más biosimilares de insulina glargina, aunque no disponemos de información de la concentración. Dado el importante consumo que existe de la presentación de 300 mililitros por unidad, sería muy interesante disponer de un biosimilar de la misma", detalla el informe.
Folotropina Alfa es la primera de las gonadotrofinas en disponer de un biosimilar. En 2023, el uso promedio del biosimilar de este principio activo alcanzó el 44,7%. Murcia, Aragón, Extremadura y Navarra son las regiones con más penetración de este biológico genérico.
Políticas y biosimilares
Las comunidades autónomas han implantando distintas políticas para una mayor penetración de los biosimilares. Las regiones con más medidas son la comunidad de Madrid, Castilla y León y Cantabria, mientras que en la otra cara de la moneda, se encuentran La Rioja, Islas Baleares y País Vasco.
En cuanto a políticas, las que se han puesto en marcha en más comunidades son el uso de indicadores y estrategias formativas. Sin embargo, son las que consiguen una menor penetración de los biológicos genéricos, mientras que las que influyen claramente son la inclusión de los biosimilares en la práctica clínica, la incentivación de prescripción y la coordinación entre niveles asistenciales.