¿La sandía debe estar dentro o fuera de la nevera? Esta es la mejor forma de conservarlo

Con la llegada del verano comienza la temporada de sandías, ya que las cultivadas al aire libre florecen a finales de primavera, estando el fruto en su punto óptimo de sazón a lo largo del período estival y principios de otoño. Es un alimento perfecto para combatir el calor por ser refrescante ya que más del 90% de su contenido es agua y su sabor es dulce.

Esta fruta milenaria tiene su origen en África tropical y se tiene constancia de más de 50 variedades de sandía, aunque se dividen a grandes rasgos en con o sin semillas. Al ser una fruta de gran tamaño es complicado acabarla de una tacada. Por ello es muy importante la forma en la que conservarla.

Muchas personas deciden guardar la sandía en la nevera pero no sería la mejor opción. Según los expertos, dejar esta fruta en la nevera podría afectar a su sabor y textura. Por ello, recomiendan conservarla a una temperatura de entre 10 y 15ºC, siendo lo óptimo a 12,5ºC.

Por qué no meter la sandía en la nevera

• Al congelarse la sandía, la corteza se rompe y se queda una textura blanda.
• Otro hándicap de meterla en la nevera, es que esta fruta pierde nutrientes a temperaturas por debajo de los 10ºC.
• Según algunos estudios, los niveles de antioxidantes como el licopeno y el betacaroteno son más altos a temperatura ambiente.

Un aspecto a tener en cuenta que dicen los expertos es que si se compra una sandía que ya ha sido refrigerada, lo mejor es no romper la cadena de frío y guardarla en la nevera.