Salud Bienestar
Qué es la contractura de Dupuytren que afecta a las palmas de las manos
- Afecta más a los hombres que a las mujeres
- Y suele ser hereditaria
- La vitamina que ayuda a prevenir el deterioro muscular
elEconomista.es
La contractura de Dupuytren es una afección indolora que genera que uno o más dedos se flexionen hacia la palma de la mano, provocando que estos no se puedan estirar del todo. Esto se debe a que se formen nudos de tejido bajo la piel, creando un cordón grueso. De manera progresiva va empeorando.
Suele afectar a los dos dedos más alejados del pulgar (meñique y anular) y genera problemas en el día a día como estrechar la mano o ponerse un simple guante. No hay cura y sus tratamientos solo mejoran los síntomas y ralentizan sus efectos a largo plazo. Uno de los síntomas es la aparición de un bulto en la palma de la mano que puede llegar a formar un cordón duro y llegar hasta el dedo. Puede aparecer en las dos manos.
Una forma de saber si se padece es colocar la mano totalmente plana encima de una mesa y comprobar si puedes estirar totalmente los dedos. También se puede presionar los pliegues de la mano y descubrir si se tiene algún bulto.
Los factores de riesgo de la contractura de Dupuytren
Esta afección suele ser hereditaria y afecta más a los hombres que a las mujeres. Sus factores de riesgo son los siguientes:
- La edad, ya que surge pasados los 50 años.
- El sexo, al ser los hombres más propensos a padecerla y en sus casos, el progreso es más rápido que en las mujeres.
- El origen. Las personas de Europa del norte tienen más posibilidades de contraeresta afección
- Herencia. En muchos casos es hereditaria.
- Tipo de trabajo. Las personas que usan herramientas que vibran tienen más riesgos.
- La diabetes supone un riesgo de padecer la contractura de Dupuytren.
- Fumar tabaco y tomar alcohol aumenta el riesgo.
Para tratar la contractura de Dupuytren se puede separar las cuerdas que halan los dedos hacia la palma de la mano. Se puede hacer una punción con una aguja para romper el cordón que contrae el dedo pero volverá a aparecer y se podría dañar el nervio o el tendón. Otra opción es operar y extraer el tejido afectado por la contractura, incluyendo la piel aunque luego se necesita un injerto de piel para tapar la herida. Cualquiera de los tratamientos aporta una mejoría pero con el tiempo la contracción reaparecerá.