Huevos Guillén, proveedor de Mercadona, vende 36 millones de huevos menos pese a su 'boom'

El huevo se ha convertido en uno de los productos estrella en la cesta de la compra. Su demanda no ha dejado de crecer después de los últimos años de subidas de precio y en un contexto mundial en que la gripe aviar ha reducido sensiblemente la producción y las gallinas en países como Estados Unidos. Uno de los mayores productores nacionales de este alimento, la valenciana Huevos Guillén, el principal proveedor de Mercadona, ha reducido sus ventas a pesar del crecimiento del consumo en España.

En concreto, el grupo valenciano redujo sus ventas de huevos en 3 millones de docenas (36 millones de unidades), lo que supuso disminuir su facturación el año pasado un 4%, hasta 262 millones de euros, según reflejan sus últimas cuentas anuales. Y ello en un contexto en que según explica la propia compañía los precios de venta se encuentran en una coyuntura de "niveles máximos" y "desde 2022 el consumo de huevos ha crecido un 16% en España.

Entre los motivos a los que Huevos Guillen achaca esta menor producción y ventas en volumen se encuentran las dificultades para cumplir los plazos de la que es su gran apuesta estratégica desde hace años: la reconversión de sus instalaciones con alternativas al uso de las tradicionales jaulas para mejorar la sostenibilidad y el bienestar de los animales.

La compañía ya tiene un 60% de sus casi 5 millones de aves en granjas en sistemas de producción alternativos: suelo, campero y ecológico. Pero reconoce que no está cumpliendo el objetivo que se había marcado a estas alturas, que era tener ya el 64% al cierre de 2024.

Más costes y trabas administrativas

El grupo explica que al trasladar gallinas de sistemas de jaula a sistemas alternativos se pierde producción, al albergar estos nuevos sistemas menos aves que los anteriores. Además, se requiere de una mayor inversión en instalaciones que albergan menos gallinas. "En los últimos 5 años el coste de la inversión por ave alojada se ha incrementado en aproximadamente un 50%", recoge su informe de gestión.

Pero para el proveedor de Mercadona, la barrera "más importante" consiste en "las enormes trabas administrativas y burocráticas", que provocan que los plazos para obtener los permisos y licencias necesarios sean excesivamente largos. "En algunos casos hay que invertir más de 2 años solo en la obtención de las autorizaciones necesarias. Si a ello le unimos el plazo de construcción de las instalaciones, estaríamos ante un periodo de 4 años para tener finalizada una nueva granja", refleja el grupo familiar, que considera hace inviable la "adaptación rápida de la oferta a una demanda creciente".

Y más en un contexto en que la gripe aviar ha diezmado las gallinas ponedoras en países como EEUU, donde se han sacrificado 50 millones de animales, más que el total de España. De hecho, Guillén vendió a otros países 230.000 crías el año pasado ante la demanda de animales para reponer esas pérdidas.

Compra de granjas como salida

La empresa, que destinó el 77% de sus ventas a Mercadona el año pasado, señala que "las complejas barreras normativas" para abrir nuevas explotaciones hace que a lo largo de 2025 apueste por realizar adquisiciones. El grupo prevé destinar 58 millones de euros a inversiones este año para transformar y mejorar sus instalaciones, que se reparten por buena parte de España, incluyendo Canarias.

De hecho en los primeros meses ya ha cerrado dos compras de granjas, una en Consuegra (Toledo) de gallinas camperas y otra en Utiel (Valencia), donde tiene varias instalaciones, entre ellas su fábrica de transformación de derivados del huevo. En este último caso además se trataba de una instalación de engorde de pollos, que reconvertirá en granja de gallina de puesta de huevos.

Pese al freno en las ventas, el grupo familiar ganó 36 millones de euros el año pasado, casi un 21% más, por esa coyuntura positiva de precios altos y bajada de los costes productivos. para este año prevé facturar 273 millones de euros con un beneficio neto de casi 26 millones.